El caribe sin voz

Imprimir

EDUARDO.GARCIA.jpg

En mi columna anterior propuse conformar un grupo de pensadores costeños para elaborar un documento que sentara bases para enfrentar los estragos del coronavirus e insertar nuestra región en la realidad post pandemia. Insisto en ello porque es evidente que ni nuestros líderes gremiales y sociales como tampoco los institucionales, demuestran reconocer esta peste como un “hecho regional” de los que caracteriza la Ley de Regiones.

Es urgente que lo hagamos. Lo que se vive y lo que vendrá más adelante está bordado con hilos de pesadumbre: más pobreza, más hambre, más desempleo, más desigualdad, quiebra de empresas, economía contraída, salud en desbandada con cifras de muertes y contagios por COVID-19 en crecimiento.

Ante la pandemia el Caribe debe tener una sola voz como región, no voces aisladas que carecen de la fuerza requerida para ser escuchada. Lograr lo que se necesita en etapa tan crucial es fundamental para enfrentar con éxito una crisis de proporciones nunca antes vista.

Esta voz debería ser la de la Región Administrativa y de Planificación del Caribe -RAP-, creada por ley 1962 de 2019 y conformada por los ocho gobernadores costeños. Como órgano de planificación la RAP tiene todo que ver con la respuesta al COVID-19 que nos afecta, y podría diseñar un Plan de Emergencia para el Caribe.

Esa voz, sin embargo, no se ha escuchado, está ausente y nuestra región, de nuevo, se muestra débil y aislada frente al poder de decisión del gobierno central.

El virus nos está cogiendo ventaja. Cartagena lidera el índice de letalidad en Colombia, su respuesta ante la crisis es precaria, el contagio aumenta en casi todos los barrios donde la gente no se confina, está en la calle y reclama ayuda porque el hambre apremia. No se sabe cuándo tendremos hospitales de emergencia, cuántas unidades UCI con respiradores asistidos hay, si se está atendiendo de forma adecuada a los pacientes y si el personal médico tiene suficientes elementos de protección. La crisis mal manejada aleja el tiempo de la recuperación económica que es urgente.

Cada departamento, distrito o municipio acudiendo por separado al Gobierno nacional no tiene fuerza. La voz regional cantada al unísono es la ruta. El sistema de salud en el Caribe es pésimo y un contagio de coronavirus generalizado sería muchísimo más catastrófico de lo que hemos visto hasta hoy. Salud y comida es lo básico en este momento, lo que pide la ciudadanía más vulnerable que es mayoría y está desesperada. Pero planificar para el tiempo de la post pandemia es obligatorio.

Última actualización ( Sábado, 16 de Mayo de 2020 08:53 )