Junio

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OSWALDO.SANCHEZParece que el mes de junio en Roma estaba dedicado a los jóvenes (‘junior’). Junio es mes de júbilo y celebración, mes del solsticio de verano en el hemisferio norte, época alegre para quienes viven en latitudes septentrionales y para muchas culturas antiguas era época de celebraciones y ritos a los dioses. La nieve desaparece, las temperaturas cálidas regresan y florecen los campos.

Aunque no tenemos tanta parafernalia, cabe mencionar que es el mes de la ‘prima’ para muchos empleados, originando cierta sensación de bienestar, facilitando ‘echarse la rodadita’ para celebrar el San Pedro en el Espinal. Y los escolares están en su ‘receso’.

También junio es tiempo de desbarajuste familiar y ocasión de tropiezos y malas decisiones para muchos de nuestros estudiantes, como que es el mes de mayor deserción escolar en nuestro país, según dice el mismo Ministerio en su Encuesta Nacional de Deserción Escolar  (ENDE), entendiendo por deserción escolar “el abandono del sistema escolar por parte de los estudiantes, provocado por la combinación de factores que se generan tanto al interior del sistema como en contextos de tipo social, familiar, individual y del entorno”.

Según la ENDE el 34% deja las aulas para no regresar, teniendo como causas principales: IEs lejos de casa, Zona insegura, Zona con desastres naturales. En el Departamento, ¿qué decir de la deserción escolar?

Lo primero es reconocer que la deserción escolar existe en nuestro Departamento, y el que no se hable del tema ni por parte de las autoridades ni de los medios no quiere decir que no exista. Por ejemplo, afirma el Plan de Desarrollo Departamental “Los que Soñamos Somos +” (PDD): “Año a año se ha ido disminuyendo considerablemente la solicitud de los cupos educativos a pesar de no tener escolarizada el total de la población en edad escolar. Sumado a lo anterior se puede observar una considerable deserción intra e inter anual en el sector oficial y particularmente en tres de las Instituciones Educativas, IE, de mayor capacidad instalada…”, confirmando de paso que lo educativo no es prioridad del gobierno.

Obviamente esta deserción escolar no se origina por lo descubierto por la ENDE: lejanía de la Escuela, inseguridad y menos, desastres naturales. Seguramente la respuesta está engavetada en algún archivador de la Secretaría de Educación pero no la dan a conocer, aunque por las acciones de choque que emprende cada tanto (palos de ciego) es evidente que tampoco conoce la respuesta.

Ante el “silencio mudo” de la Secretaría de Educación sobre este problema, miremos los datos que nos revela para el Departamento la ENDE y escuchemos las voces de los estudiantes

El Nivel Escolar que mayor deserción presenta es el de la Básica Secundaria con el 1,01%; también es el Nivel con mayor mortalidad académica (pérdida de año): 6,26% y con mayor porcentaje de repitencia: 3,24%.

¿Y qué factores hacen que los niños opten por abandonar las aulas? De entre las varias razones que se pueden aplicar al caso nuestro tenemos: forma aburrida de enseñar (38,8%), IEs desagradables (38%), carencia de útiles escolares (35,2%), educación no pertinente (32,5%), falta de docentes (28,7%), violencia escolar-matoneo (28,4%), maltrato de docentes y directivos (22,5%), por expulsión del colegio (17,6%).

Además de la deserción escolar hay otro elemento que obra muy eficazmente de manera negativa convirtiéndose en obstáculo insalvable y que con acciones administrativas de muy ingrata recordación recientemente pasadas complican y agravan más el problema: la falta de cobertura.

En efecto, nuestro soñoliento PDD, sin titubeos dice que para el año 2015 la capacidad de oferta de cupos era de 10.854, pero que solo asistía el 84,23%, es decir, 9.160 niños. Por tanto, 1.694 niños no llegaron a la Escuela. Sin embargo, lo que dice el MEN es que para el año 2015 la población en edad escolar (5-16 años) en el Departamento era de 15.265 niños, por lo que fueron realmente 6.105 niños los que no pudieron asistir a la Escuela. ¿Dónde estaban? ¿Qué hacían? Tal vez el ICBF lo sepa, o…la SIJÍN.

¿A hoy la cobertura ha mejorado? No parece si nos atenemos el cierre indefinido de la IE CEMED y los problemas del IBOL, lo cual debió de incidir muy negativamente en esto de la cobertura.

Bueno es recordar que junio también es época de Desarrollo Institucional en las IEs, tiempo que no dudamos fue empleado por los docentes para demostrar que están del lado de la Educación con Calidad y acordaron estrategias y trazaron planes que contrarresten tan nefasta situación. Y si a esto le agregamos una recién posesionada Secretaria de Educación que llega plena de entusiasmo y comprometida con los niños escolares de nuestro Departamento, este semestre será el inicio de una nueva, exitosa y feliz etapa en la vida educativa del Departamento. No cabe la menor duda. ¿O sí?

Amanecerá y veremos.