‘Me llamo mar’: (Pablo Neruda)

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OSWALDO.SANCHEZEs que ese mar que se traga el horizonte y hace creer que es infinito, exultante de belleza, vida y color; que sus recursos son inagotables y que brama, se retuerce y ruge pero que al final llega dócil a lamer las plantas del hombre, el rey de la creación; ese mar está enfermo, se está muriendo. Mejor dicho, lo estamos matando sin piedad; muestra síntomas muy preocupantes de aniquilación.

Investigadores del Jet Propulsion Laboratory (JPL) y el Instituto de Astrobiología de la NASA, afirman que “la vida pudo haber comenzado en el interior de fondos marinos cálidos, en un tiempo remoto cuando los océanos se extendían por todo el planeta”, confirmando lo escrito por Moisés hace unos 3.500 años.

A lo anterior, así no nos percatemos, agreguemos que los océanos promueven la existencia de todavida que puebla el planeta, particularmente la de los seres humanos. Son, además, fuente de recursos alimentarios paramuchos millones de personas en todo el mundo. También, de minerales, metales preciosos, e incluso la propia agua salada, útil en actividades industriales y comerciales. También provee recursos energéticos como gas y petróleo,o energía renovable gracias a la fuerza de los movimientos marítimos y corrientes submarinas.

Y hay más. Los mares, al absorber el exceso de calor del planeta, regulan los efectos del cambio climático.Igualmente, producen la mayor parte del oxígeno que hay en la atmósfera, más que los bosques y selvas de la corteza terrestre.

Su importancia socioeconómicaes innegable, pues aportan riqueza ydesarrollo para todo el mundo y gracias al transporte marítimo el rol de los océanos como vías de comunicación, es fundamental.

Por lo anterior y mucho más, uno creería que el hombre tendría un trato diferente con aquello que le produce tanto beneficio. Pero no, así paga el diablo a quien bien le sirve, reza el sabio refrán. 

La Fundación británica Ellen MacArthur (EMF) advierte que cada minuto se arroja al océanoel equivalente de un camión lleno de basura de plástico; "Se vierten al día 80.000 toneladas de plástico al mar en todo el mundo", dice alarmado el secretario general de Pesca del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de España, Alberto Manuel López-Asenjo. De tal gravedad es el asunto que hoy por cada cinco kilos de pescado hay un kilo de plástico en los mares, ysi no se corrige la situaciónpara el año 2030 la proporción será uno a uno.

Afirman los expertos en la materia que en los últimos 50 años se han cuadruplicado las llamadas “zonas muertas” en los océanos (kilómetros de mar sin oxígeno, con las consecuentes pérdidas de vida animal o vegetal). Zonas que aumentarán si el 70% de los desechos industriales y el 90% de las aguas vertidas terminan en ellos sin recibir ningún tratamiento, o si no se pone coto al derrame de combustible por parte de grandes, medianas o pequeñas embarcaciones.

Colombia también pone su cucharadita de contaminación de los océanos, como lo denuncia-las2orillas.com al registrar el ranking de nuestros ríos más contaminados: el Vichada, río Quito, Caquetá, el Yarí, el Suesca y el Telembí, saturados de mercurio, cianuro y otros productos de alta contaminación. Se dice, por ejemplo, que una persona debe tener máximo 1 parte por millón de mercurio en el cuerpo, pero la gente que se sustentade estos ríos presenta hasta 40 partes por millón.

Y este territorio insular tampoco escapa del atentado contra el mar. “¿Qué más puede pasarle a Little Reef?”, tituló Ethel Bent su artículo publicado por EL ISLEÑO el 07/06/18, pues “no se ha mostrado resultados de sensibilización o sanciones ejemplarizantes ante los daños ambientales que suma en su inventario este desprotegido santuario”. A raíz de daño ecológico causado por un semisumergible a estos corales, solo se registró un lánguido y descorazonador: “nos toca adelantar la investigación”, de parte del responsable de Coralina. Parece que fue un “coralicidio” perfecto: nada pasó. ¿O sí? 

Ante panorama tan desolador y de gravedad innegable no se debe desmayar, pues “no significa que todo esté perdido o que no haya una manera de reversar ese daño hecho a los océanos”, dice el editorialista del elpais.com, pero debe hacerse un ejercicio real de autoridad y educar a comunidad en general y a nuestros niños isleños en particular, de modo que asuman la responsabilidad ambiental que les corresponde y aprendan que la salud del Planeta, incluyendo todos los cuerpos de agua que ocupan la dos terceras partes del mundo.

Última actualización ( Sábado, 21 de Julio de 2018 07:01 )