La 'seño' Carmen

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Algo está pasando en nuestra sociedad cuando no es capaz de valorar lo que otros hacen por ella, casi siempre de manera callada, en difíciles condiciones y en no pocas veces capoteando el peligro, la incomprensión y la subestimación. Y esos personajes van pasando, y al igual que las golondrinas de Bécquer: ¡no volverán!

Hace pocos días que la comunidad se reunió ante el Altar junto al féretro de la 'seño' Belarmina, más que para despedirla, para decirle: gracias. Gracias, cuando ya se fue para no volver. Ojalá ausentes y presentes en el acto religioso hubieran tenido tiempo y lo hubieran hecho en vida de ella.

De ahí que llame poderosamente la atención que una entidad particular, ajena al medio educativo y gubernamental, dedique esfuerzo, tiempo y dinero para resaltar el trabajo docente y se atreva a ponerlo en pedestal para que sea reconocido por todos. Hablamos del Programa 'Hazaña Maestra' de RCN.

Fueron doce los seleccionados entre tantos Maestros que andan por ahí haciendo su trabajo de Educadores y Formadores sin bulla, sin que nadie se percate de su labor y menos que la enaltezca. A pesar del ostracismo al que la sociedad arroja al docente, este no claudica y con su trabajo grita en silencio “lo que significa ser maestro cuando las adversidades parecen superar la voluntad humana”.

Son doce paladines que aquí recordamos y registramos el sitio donde hacen patria, sirven a Dios y llevan a cabo su proyecto de vida. Ellos son: Leonardo Prías, escuelas distritales de Barranquilla; Angelina González, Escuela “Camarón” (Bolívar); Diomi Angulo, escuela “El Arenal” (Cauca); Dora Tunubalá, en el Resguardo Indígena del Cauca; Diva Guarnizo, vereda El Carbón (Cesar); Luis Suárez, Escuela “Nuevo Oriente” (Córdoba); Jefferson Mosquera, vereda La Uñita (Chocó); Gilberto Zambrano, de la Escuela Resguardo Indígena “Villa Lucía”; Mileidy López, resguardo indígena San Juan Páez; Carmen García, escuela “El esfuerzo” (San Andrés); Cecilia Villafañe, maestra a domicilio en la Sierra Nevada; Carlos Castillo, Escuela “Zeima Cach Vera” (Vaupés).

Pero no son solo ellos. Son tantos que es increíble que pasen desapercibidos. “Casi que donde se ponga el ojo, hay una historia de estas”, dice el periodista y presentador Juan Eduardo Jaramillo, de RCN

¿Qué hacen de especial estos Maestros y tantos otros? Nada especial. Cumplir su deber, seguir los impulsos de su corazón y no desfallecer ante los obstáculos. Ojalá sus historias sean “fuente de inspiración para los colombianos”, pide Soraya Yanine, gerente del proyecto. Y concluye diciendo esta es una iniciativa “que muestra la tenacidad de personas que trabajan con pasión por otros”.

“Quanto vale um professor?”, se pregunta el pedagogo brasilero Celso Antunes. Por el miramiento que tiene nuestra comunidad por sus maestros uno pensaría que muy poco, tirando a nada. Solo cuando ya no están echamos de menos su presencia, su voz, su enseñanza. Ahí cobra valor el trabajo docente, pero ya es muy tarde; y al igual que las golondrinas, “esas que aprendieron nuestros nombres”…tampoco volverán.

La Secretaría de Educación en nota titulada: “Medio Nacional Destaca La Importante Labor De La Profesora Carmen García”, pretende, creemos, sumarse al reconocimiento del trabajo de la Maestra Carmen. Pero esas palabras, como ciertos artefactos bélicos, son cargas de profundidad.

Si se le reconocen “40 años de labor ininterrupida y gran vocación de impartir enseñanza (…) para una comunidad y un país necesitado de personas que aporten con su talento y profesionalismo”; que con su trabajo “viene colocando su granito de arena para una isla, una sociedad más emprendedora competitiva”; y que “con pasión, amor y entrega” viene haciendo este trabajo venciendo innumerables dificultades, lo que “la hacen merecedora de este importante premio de RCN”, es válido preguntar: ¿por qué no lo reconoció antes la Secretaría de Educación Departamental?

Y no es ella sola, son tantos que es difícil creer que los jefes no sepan de los valiosos hombre y mujeres que laboran con ellos. Y no hacemos referencia a una palmadita en la espalda, o la entrega vacía de alguna nota escrita en “estilo”, como rezan las frases de cajón de los reconocimientos oficiales. Los Maestros también sueñan con mejores condiciones laborales, tener sincero y permanente reconocimiento, saber que su esfuerzo es valorado.

A la seño Carmen y a sus colegas nuestras felicitaciones, voz de aliento y pedirles que no desfallezcan, que ya el Maestro advirtió que “ningún profeta es bien recibido en su propia tierra”, y que no olviden que en alguna parte hay quien admira sus “hazañas maestras”.  

Última actualización ( Sábado, 07 de Julio de 2018 05:51 )