'The Blue Marble'

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OSWALDO.SANCHEZDe todas las fotos espaciales que se han tomado del Planeta Tierra, la más famosa y hermosa es la de la misión Apolo 17, conocida con el nombre de 'The Blue Marble', que retrataen toma panorámica desde el espacio a nuestro planeta. Su autor es desconocido.

El color azul del planeta es debido al predominio de los componentes externos a su corteza: la Hidrosfera y la Atmósfera. De estos elementos, el primero es el que nos interesa en este punto; así que recordemos que los tres cuartos de la superficie del Planeta están cubiertos de agua; pero, atención, de ese total solo el 1% es apto para el consumo humano.  Y aquí empiezan los problemas.   

Nuestro Archipiélago, por ejemplo, con 44 k2, rodeado por el inmenso Mar Caribe no puede utilizar sus aguas para el consumo humano, solo la que se encuentra en el subsuelo; a pesar de ello,se piensa que es un recurso infinito, aunque diariamente se padece la escasez de agua potable.

El país continental goza del privilegio de ocupar el séptimo lugar con mayor riqueza hídrica y de tener el 50% de los páramos de la Tierra, pero estas ínsulas no participan de semejante privilegio y sus pocas reservas acuíferas están amenazadas evocando apocalípticas visiones de un futuro incierto. Si a la contaminación del suelo y seguramente de las aguas subterráneas agregamos las sequías de variada intensidad que nos azotan con preocupante frecuencia, no extrañemos angustiosos días por venir de no adoptarse en serio una 'cultura del agua'. 

A mediados de septiembre del 2015 la Asociación Colombiana de Investigadores en Suiza (ACIS) realizó en Ginebra un simposio denominado: “¿Hasta cuándo tendremos agua en Colombia?”; preguntemos ahora: ¿Hasta cuándo tendremos agua en San Andrés?

Tengamos en cuenta que como los suelos de la isla no son muy gruesos, las aguas verdes no permanecen mucho tiempo limitando su aporte a la abundancia de las aguas azules o flujo de agua horizontal, lo que posiciona a San Andrés en la sexta posición de territorios áridos en Colombia, según el Estudio Nacional del Agua. La Guajira en la séptima.

Ahora bien, el sistema acuífero de almacenamiento de aguas de San Andrés es catalogado como “estratégico”, pues constituye la única fuente de abastecimientode lapoblación insular; sin embargo, nuestra conciencia como guardianes o depredadores del ecosistema no está muy despierta y tampoco es mucho lo que se hace para formar responsablemente a quienes vivimos en la región. Y la Escuela debe sentirse aludida.

En 2010 la estudiante Johanna Patricia Aguado Álvarez escribió su tesis titulada: “El agua en el territorio, la cultura y la política de San Andrés Isla: una historia ambiental del siglo xx para el siglo xxi”, para optar el título de Máster en Medio Ambiente y Desarrollo de la Universidad Nacional, y allí propone, entre otras cosas, “no más planes que generan retrocesos en la calidad de vida de la población y el deterioro de los ecosistemas naturales”, y el turismo mal reglamentado y peor administrado cabe en esta advertencia.

Por ejemplo, según nota periodística, en Providencia existe una capacidad de carga turística de 29.940 personas anualmente; es decir, unas 82 diarias. Si agregamos los residentes, (PDD “Somos Más”), tenemos una población diaria de 5.219 personas. En San Andrés, si a los 71.305 habitantes les sumamos los 2.654 visitantes diarios llegamos a la cifra de 73.959.Y nos seguimos organizando para atraer más población flotante.

De aceptar que “El acceso óptimo es el consumo (diario) de una cantidad promedio de 100 litros por persona de agua (…) en el que se atienden todas las necesidades de consumo e higiene”, la isla debe proveer 7.395.900 litros de agua diarios. ¿Los tiene?

Si a las causas reseñadas añadimos el calentamiento global, la destrucción de los ecosistemas, la sobrepoblación, más pronto que tarde será realidad la escasez extrema de agua con consecuencias nefastas en lo político, económico, social y ambiental.

'La hora Cero' para Ciudad del Cabo, Suráfrica, puede no ir más allá del mes de mayo, pues el agua se agota. California, Estados Unidos, padece las consecuencias de una sequía abrumadora y en Colombia regiones como La Guajira o Santa Marta viven al límite por la falta de agua. Entre tanto, aquí no atendemos las advertencias y la pasamos como si nada.

De no implantarse una “cultura del agua”, San Andrés está abocada a padecer estragos por la falta de agua. Los gobiernos y los gobernantes no pueden ser tan indolentes, ni las comunidades tan obcecadas que caminen a su fin sin percatarse de ello.

Que el Día Internacional del Agua sea ocasión de despertar responsabilidad y cuidado de nuestro recurso hídrico. No hacerlo es abrir la puerta al éxodo. Decidamos y mañana no nos quejemos.