A este cuento le falta un pedazo

Imprimir

HOSPITAL1

En este artículo usted no va a encontrar una sola premisa, un argumento válido del que sostenerse, en este artículo solo va a encontrar preguntas, muchas preguntas. El tema, para variar, es la salud.

Está usted, que se levanta todo juicioso a trabajar de lunes a sábado y al que le llega su quincena y luego a fin de mes un recibo que le dice cuánto vale su tiempo, cuánto vale su salud y cuanto vale sus vejez. De ese salario, a usted ya está aportando un 4%, y el que le maneja la vida, su patrón un 12%, con esos salditos de todos se junta para pagar la de los menos favorecidos, la gente que está sin trabajo, o que al menos así se reporta ante el estado, para tratar de evadir esa cuentita extra.

De ahí, viene la plata: de usted. Se la entregamos a las EPS y ellos al gobierno nacional, que la devuelve en una cuota fija por persona, esta platica sigue su curso y termina en los operadores de los servicios de salud, que son los que le entregan la droga, le tienen la gasa y le pagan a su doctor y a su enfermera. Si usted detiene el flujo de los recursos en alguna de estas estaciones viene una crisis.

Como la que viven las islas actualmente.

Y acá ¿qué paso?... Pues difícil saberlo, cuando hasta hace una semana todo estaba bien, y nadie decía “Hay un problema”. Lo cierto es que el resultado final, el usuario, está sin medicación, sin gasa, y sus médicos y enfermeras han visto una disminución en el salario total de un tiempo para acá. Y entonces... ¿donde se paró el tren?

Empecemos con las preguntas... ¿Usted hizo sus aportes?, si así fue, tenemos que suponer que estos fueron girados a la nación, y luego a nuevamente a las EPSs –porque no vamos a pensar mal de nuestro estado colombiano–. Si volvieron a las EPS y estas contrataron los servicios de un operador (uno que hizo contrato con la gobernación para que le alquilara los edificios a cambio de mantenimiento, y que subcontrató a un tercero, para ser el operador definitivo).

Si, además, se supone que las EPSs, están al día con las obligaciones –y ese es el mensaje que constantemente emiten– ¿Dónde se quedó esa platica? ¿Y porque ahora la tiene que pagar el gobierno local? ¿Cómo es que el gobierno local dice ahora que lo va a sacar del contrato? ¿Si el dinero que percibe por ese contrato tiene una destinación especifica al mantenimiento de la infraestructura? ¿Se va a dejar de hacer mantenimiento? ¿Y todo porque la plata que le sacaron a usted para su salud se ha perdido en un camino oscuro y confuso?

A este cuento le falta un pedazo, sobre todo considerando que esos dineros deberían estar destinados a otros rubros, o ¿es que siempre se prevé que una empresa privada prestadora de servicios públicos, requiera una inyección de capital público?

Y el pedazo que falta es grande, esperemos que la fórmula para salir de la crisis sea producto de un muy bien pensado plan, que ofrezca respuestas a corto, mediano y largo plazo, y que no sea que por alcahuetas terminemos pagando dos veces lo que ya se pagó, mejor dicho: que enfrascados en solucionar lo urgente terminemos haciendo de bobos útiles para los intereses de particulares.

Última actualización ( Lunes, 26 de Marzo de 2018 04:11 )