Midiendo saberes

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OSWALDO.SANCHEZTras la exigencia de Fecode al Ministerio de Educación de aplazar las Pruebas Saber 11, por el paro que adelantaba, se procedió a trasladarlas del 13 de agosto, como estaba previsto inicialmente, al 27 del mismo mes, conforme lo estableció el ICFES mediante la resolución No.0042 del 7 de julio.

La importancia de estas Pruebas Saber 11 está en que sirven paraseleccionar los estudiantes que desean ingresar a la educación superior, aunque algunas universidades, como la Nacional, hacen su propio examen de admisión; también permite medir la calidad educativa de los colegios, servir de insumos básicos para el ISCE, y para la elaboración de los Planes de Mejoramiento Escolar, principalmente en el Día E.

También sirven, según el senador Juan Manuel Galán, para ver bajas tasas de cobertura neta en educación media, los pobres resultados en las IE oficiales, el debilitamiento del bilingüismo, la tremenda inequidad educativa “y un especial déficit de educación en las poblaciones rurales, indígenas y afrocolombianas. La crisis es aún mayor: se trata de la insatisfacción y deserción de los jóvenes con la educación recibida”.

Como el manejo de los resultados implica necesariamente el comparar lo que hacen los demás con lo que uno hace, es posible de forma objetiva saber dónde se está ubicado dentro del contexto nacional y regional. Por estos resultados podemos saber que:

* Los promedios de la Región Caribe están en la misma línea que el resto del país, y que San Andrés está en el puesto 23 entre los departamentos y ocupa el puesto 5 entre los de la Región.

* Los resultados de las IE públicas han venido mejorando lentamente reduciéndose la brecha entre educación privada y pública. Los departamentos de la región tradicionalmente rezagados (Sucre, La Guajira y San Andrés) también muestran mejoría.

* Otra información importante que se puede sacar del estudio comparado de resultados de las Pruebas Saber 11, es la constatación de la casi inexistencia de diferencias actuales entre el Calendario A y el B, pues este tradicionalmente era superior a aquel.

* Las pruebas mostraban que el desempeño tanto hombres como mujeres lo hacían de manera muy similar, existiendo poca diferencia de género en los puntajes. Sin embargo, a partir de 2015 la brecha comienza a abrirse a favor de los hombres, lo que debería crear preocupación ya que podría tornarse en un elemento más de discriminación contra la mujer tanto en oportunidades como en salarios, acrecentando los distanciamientos que ya existen.

Lo anteriormente descrito debería servir para exigir un verdadero trabajo mancomunado entre familia, gobierno y Escuela. Ninguno de estos elementos, por separado, puede lograr resultados satisfactorios si se resiste a reconocer la importancia de los otros, o lo que sería peor, a impedir su accionar en la vida de la Escuela.

Los gritos de inconformismo del colectivo docente deberían traspasar el quehacer educativo de la Escuela, renovándolo, proyectándolo y, sobretodo, acercándolo a la vida del estudiante de modo que transforme todo su paradigma de vida; de ahí que se espere que gobierno, familia y Escuela creen una Nueva Escuela redefiniendo los contenidos de aprendizaje y las calidades docentes.

Igualmente, es urgente que la Escuela asuma realmente la preparación de sus estudiantes en la Educación Media para la realización de sus proyectos de vida de producción. Para ello debe hacer hincapié en la formación en valores, hábitos, destrezas y habilidades así como en el fortalecimiento de los aspectos socioafectivos y prácticas de actitudes asertivas y de autonomía.

La creatividad en la enseñanza debe ser trabajo permanente de la Escuela y del Maestro, y debe enfocarse, más que a “dictar” un tema para que el estudiante apruebe una examen (saber), a forjar valores y desarrollar habilidades para el “saber-hacer”.

Y no puede ser de otro modo, pues es conocido que los jóvenes que actualmente salen al mundo laboral egresados de la Educación Media son la mano de obra barata en puestos de baja calificación y de exigua remuneración salarial, si es que consiguen engancharse en algún empleo formal.

Pero no debemos hacernos muchas ilusiones por lo menos en los momentos actuales, pues a los ojos del empresariado del país el Ministerio de Educación (MEN) junto a otros cinco ministerios es el peor calificado (2,0), según publica el diario4La República, denotando la falta de liderazgo y compromiso con los niños y con un proyecto de país. Una de las razones radica en que el MEN es de las “carteras” con mayor rotación durante el gobierno Santos, lo que le resta dinamismo, compromiso y continuidad.

El panorama no se presenta favorable para la educación pública colombiana y las palabras y los discursos se antojan huecos e insultantes. Difícilmente tendremos una educación de calidad en el país y en el Departamento. No por ahora.