¿Cómo creer?

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OSWALDO.SANCHEZLa Ministra de Educación, en carta abierta a los maestros, plantea su ‘encrucijada del alma’: escribir o no una carta a los docentes expresándoles lo que piensa y siente “sobre la coyuntura actual”. Es una version criolla del inmortal dilemma shakesperiano: “To be or not to be that is the question” (Hamlet, Acto III).

Pero pudo más su responsabilidad de mujer, Ministra, pero especialmente, de mujer “madre de una hija de 12 años”, y aceptó el reto y remitió la carta.

Y lo hace en medio de la angustia existencial que la embarga: la angustia el paro, pero no el por qué del paro; la angustia “que más de 8 millones de niños estén fuera de las aulas de clase”, pero no la angustian las condiciones en que reciben sus clases muchísimos de ellos; tampoco la angustian los miles de niños hijos de los maestros mal pagos, mal cobijados por la salud y que deben atender a sus estudiantes en condiciones muy precarias.

También, eso sí, la angustian esos “padres y madres de familia que deben estar haciendo maromas buscando quién cuide a sus hijos”, pero no la intranquilizan esos mismos padres cuando llegan los fines de semana, los recesos o vacaciones escolares; en esos momentos, Ministra, los padres tampoco tienen quién les cuide a sus hijos, porque al gobierno y al Ministerio tampoco les interesan.

Ministra, usted se “angustia por los riesgos a los que se pueden exponer los jóvenes en la calle”, y olvida que los peligros también los acechan dentro de la Escuela. Por lo visto no conoce la existencia del atlas de micro-tráfico elaborado por la Fundación Ideas para la Paz y el Ministerio de Justicia.

Tampoco reconoce que es en la Escuela donde el niño pobre aprende que ser pobre es un lastre del que no podrá escapar y que “No son el mérito ni el esfuerzo individual, sino las condiciones de la sociedad, muchas veces marcadas por la  inequidad, quienes deciden el acceso a la buena educación”, como lo afirma la profesora de la U. San Buenaventura, Tatiana Castañeda L. Es la extensión del pensamiento de Sámano y Morillo: el conocimiento es subversivo y no es bueno tener una élite intelectual.

Angustiada por lo que está pasando en “la coyuntura actual”, la Ministra propone como pócima milagrosa “el diálogo como la principal y única salida a los conflictos” echando en saco roto realidades que son precisamente las que tienen a este país como el Titanic: hundiéndose con las luces encendidas. Ministra, en septiembre de 1966 se realizó “La Marcha del Hambre” porque los maestros fueron burlados por el gobierno de turno utilizando el “diálogo”; hoy, medio siglo después, con el país tan dividido como lo tiene dividido en río Magdalena, los maestros siguen pidiendo al gobierno cumplimiento de la palabra empeñada.

Dice, Ministra, que el “rubro educación” está por sobre otros sectores, y le creemos. El problema es que parece que se queda por el camino, privando a los niños de una educación de calidad, exponiéndolos a “que no adquieran nunca las habilidades para tener éxito en el mundo laboral”. Y como el problema es de plata, el presidente, “el dueño de la chequera”, ya lo advirtió: “simplemente porque no tenemos los recursos, ojalá los tuviéramos” y lo ratificó la Ministra. Por tanto, están notificados, maestros: ¡a levantar el paro!

Pero no se preocupe, Ministra, las puertas abiertas del diálogo que ofrece ya fueron cruzadas por el pueblo del Chocó prometiéndoles recursos para sus carreteras; luego lo harán los maestros, eso también es historia (¿o si no qué excusa tendrán para el próximo paro?). Es la prueba fehaciente de que se tiene la “suficiente voluntad para construir de forma colectiva”

La Ministra dice haber recorrido el país, lo que está por verse es si de verdad “entiende” las dificultades de la Escuela, particularmente de provincia, y que comprende que los problemas de la Escuela no la convierten en un problema. También es grato saber que se enorgullece de hablar con los docentes y no se avergüenza de hacerlo como cierto presidente de Ecopetrol

Para concluir, Señora Ministra, es menester pasar de la palabra a la acción y del “quisiera” al querer, pues el incumplimiento del gobierno desde aquellas fechas de 1966 está en que no han pasado de “intentar” responder a las peticiones que se le formulan. Entonces, ¿Cómo creer?

CORRECCIÓN. Por omisión involuntaria en el ISCE 2017 no aparecen el Jardín Castillito Real, el CE Renovación El Arca, ni la IE El Carmelo. El nuevo ranking es: 1° entre las IE privadas, Nivel Primaria, CE Renovación El Arca (7,69); 2° Modelo Adventista (7,06); 3° Jardín Castillito Real (6,96). La IE El Carmelo 1° tanto en Primaria Oficial (5,76) como en Secundaria Oficial (4,98). Solicitamos disculpas por inconvenientes causados.