Hace pocos días en este diario se publicó la noticia de que por fin la isla tendría su hipódromo, para preservar la práctica cultural del deporte hípico. Sin duda esta nota alegra a toda la comunidad del Departamento. Y de manera muy especial a la población raizal.
En agosto próximo cumple dos años de fallecido de manera trágica en un incidente ocasionado en una carrera de caballos, el señor Carlos Livingston Vélez conocido popularmente como ‘Mr. Uto’.
En este incidente, ocasionado por la falta de un sitio adecuado para la práctica de este deporte ancestral, que permita la seguridad de las personas y de los competidores que participan en este deporte, murió ‘Mr. Uto’ arrollado por su propio ejemplar llamado ‘Cristina’.
En efecto, la potranca al salirse de la pista, arroyó también a otros espectadores y ocasionó daños materiales en las motos parqueadas al lado de la pista.
En la misa de despedida de Livingston Vélez, su esposa Engracia me ofreció la oportunidad de expresar unas palabras de agradecimiento a los familiares y amistades que nos acompañaron en este infortunio, producto de la pasión por el deporte hípico y por la práctica cultural de este deporte sin medidas de seguridad.
Estaban entre las personas que nos acompañaban la entonces gobernadora Aury Guerero Bowie y la defensora del Pueblo, Tonney Gene Salazar, quienes entregaron un pergamino de reconocimiento a los familiares por su actividad y promoción de este deporte.
A mi turno, después de expresar mi afecto y el agradecimiento a las personas que nos acompañaban, me dirigí de manera especial a estas dos personalidades.
”Doctora Aury Guerrero, siga estimulando la práctica cultural de este deporte, y garantice la seguridad de los espectadores. Considere esta solicitud con el debido respeto, bajo el amparo de un derecho de petición. Y usted doctora Salazar, actúe en consecuencia”.
'Mr. Uto' desde niño mostró gran interés por los caballos y las carreras. Pues su padre el doctor Phillip Livingston era tenedor de caballos y participaba en las carreras usando como jokey al hermano de Uto: Tomás. Ambos que en paz descansen.
El primero siempre se dedicó a la tenencia de caballos y la promoción del deporte hípico organizando las carreras y las apuestas. También se dedicó en los últimos 30 años de su vida a importar caballos pura sangre con el fin de mejorar la calidad de la raza de los caballos de la isla, para hacerlos más competitivos, y mejorar la calidad del espectáculo.
De hecho una carrera de caballos se prepara con mínimo tres meses de preámbulo y el espectáculo apenas supera el minuto de duración.
Pero la práctica de este deporte en la isla es ancestral y su desarrollo hace parte fundamental de la cultura del pueblo isleño. Hay que reconocer al gobierno de turno la iniciativa de plasmar en un proyecto viable y a corto plazo, el tan anhelado hipódromo que ha reclamado la comunidad nativa a los diferentes gobiernos en la historia de nuestro archipiélago.
Este proyecto merece tener el nombre de Carlos Livingston Vélez quien murió en la pista arroyado por su caballo impulsando este deporte.
"Dadle a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar"