Zanahoria y garrote

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OSWALDO.SANCHEZNuestro Departamento es reconocido como un territorio idílico, no solo por sus paisajes sino por la calidez de sus gentes. Sin embargo, por extraña razón, no faltan quienes hacen lo posible y lo imposible para que esto no sea más así.

También están los que intentan corregir el rumbo así sea aplicando la teoría de la ‘zanahoria y el garrote’, cuya imagen es “la de un burro al que se le coloca una vara larga atada a la cabeza, con una zanahoria colgando al frente del burro y alguien atrás con un garrote”. ¡Se mueve o lo muevo!

Esta técnica de motivación viene siendo aplicada desde antiguo, como que ya Atenas y Esparta la ofrecían a las ciudades estados más débiles del área; hoy aún se practica, aunque no siempre produce los resultados esperados, como bien lo dice Daniel Pink: “El palo y la zanahoria son unos pésimos sucedáneos de motivación, que sirven únicamente para tareas muy rudimentarias”.

Claro ejemplo a nivel nacional fue la política de extradición de César Gaviria: se entregan junto con sus bienes y confiesen o extradición para los renuentes. Esto de la zanahoria y el garrote también es práctica frecuente en entidades como el FMI y el BM.

En lo local, es el caso de la medida de restricción de la libre circulación de menores de edad entre las 10 de la noche y las 5 de la mañana, anunciada por el señor Gobernador luego de las calientes declaraciones del presidente de la Asamblea Departamental, recién posesionado.

La zanahoria es que “Queremos crear una San Andrés diferente para nuestros niños”. Argumento que otros mandatarios ya han esgrimido para endulzar la medida, como por ejemplo, el del Secretario de Gobierno de Neiva, Alfredo Vargas Ortiz: “lo más importante que se busca con esta norma es proteger a los menores de tantas cosas perjudiciales (…) que se pueden presentar en la noche, además de tratar de frenar la ola de inseguridad en la ciudad ya que, según estadísticas oficiales, un buen porcentaje de delitos como hurto, microtráfico y homicidios son realizados por jóvenes precisamente porque dada su condición de minoría de edad, significa muchas ventajas en el sentido de las responsabilidades penales a las que están sujetos, son utilizados por la delincuencia”.

El garrote: “Una vez culmine la fase pedagógica, los controles serán mayores y más estrictos: se llevarán a los menores directamente al sitio dispuesto para su albergue hasta que sus padres vayan a buscarlos y se impondrán sanciones a los padres de los menores que reiteradamente sean encontrados en las calles después de la hora indicada”.

Sabemos que la norma faculta al alcalde para restringir la movilidad o permanencia de niños y adolescentes en espacio públicos o abiertos al público, siempre de manera excepcional, temporal y motivada, corresponde a los ciudadanos acatar la orden así no se comparta, como de hecho no lo estamos ya que en nuestro entender es la expresión flagrante del fracaso de la educación.

Aquí el problema consiste en ponernos de acuerdo en qué es ‘educación’, pues existen tantas definiciones como autores; para Augusto Comte, padre del positivismo “la educación es la manera de aprender a vivir para otros por el hábito de hacer prevalecer la sociabilidad sobre la personalidad”.

Y como los argumentos que se esgrimen son que “este tema se salió de las manos”, según el Diputado - Presidente, y a “recientes y repetitivos disturbios en espacios públicos donde menores estuvieron involucrados”, como afirma el señor gobernador, es fácil concluir que la educación en nuestro Departamento va “de culo pal estanco”, como va el país en lo económico, según Gustavo Álvarez Gardeazábal.

Es difícil entender por qué se insiste en desconocer que sin Educación ninguna sociedad es viable. La convivencia es una manera de estar con el otro, comportamiento que hasta los animales han aprendido de sus ancestros, pero que ha resultado tan difícil entre los seres humanos. La Escuela aquí tiene mucho qué decir, así como las familias y ni se diga de las autoridades.

No es prohibiendo como se solucionan los problemas, y en este caso en particular la prohibición lo agrava, pues no significa que se ha aprendido a interactuar con el otro, sino que se esconde el problema. Siendo así, bien valdría la pena tener en cuenta el predicamento de los jóvenes franceses durante el histórico ‘Mayo francés’: ¡Il Est Interdit D'interdire! (Está prohibido prohibir)