La llamada ‘accidentalidad’

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Hace casi dos años escribí un comentario, respecto de una oleada de accidentes en San Andrés, ocurrida en la temporada de fin e inicio de año de 2008-2009. Parece increíble, que haya pasado ese tiempo, y aun, se sigan presentando situaciones como ésta.

No hay avance en las cifras de prevención por parte de las autoridades, ni muchos menos, conciencia por parte de la ciudadanía. 

El problema de los accidentes de tránsito en el Archipiélago, pasaron de ser una cuestión aislada, a un problema de salud pública. Aunque no son enfermedades, deben ser considerados por nuestras autoridades como un problema de Salud Pública porque afectan de manera grave a la salud y al desarrollo social y económico de la población, en especial la población juvenil.

Los accidentes de tránsito, quisiera equivocarme, se han convertido en la principal causa de muerte de nuestros jóvenes, en igual o mayor proporción que las muertes violentas, situación ésta en extremo grave. Si no se toman medidas más drásticas con respecto a este tema, llegaremos a tener consecuencias cada vez más graves.

El mundo está cambiando su enfoque hacia ‘los accidentes’. Por empezar, los expertos consideran que lo peor es hablar de “accidentes”, porque la concepción popular hace que los asuma ‘a priori’ como imprevisibles, y se termina aceptando resignadamente su ocurrencia.

En ciudades como Bogotá, por la sola muerte de un joven en la Zona Rosa, por situaciones asociadas al consumo de alcohol, se llegó incluso a crear un normatividad que prohíbe el consumo de alcohol en varias localidades a determinadas horas de la noche y la madrugada.

Las autoridades locales deben atender este problema de manera seria y no limitarse a enviar efectivos en las zonas aledañas al Pathway a realizar la labor de cargar los vehículos mal parqueados a un camión, mientras se le hace el quite al verdadero problema de fondo, que es la falta de cultura en el tema de tránsito y circulación de gran parte de quienes habitamos las Islas, que genera cada vez más muertes y lesiones irremediables a nuestra población.

Las medidas deben estar encaminadas a la creación de políticas públicas que apunten a la seguridad vial enfocada en el concepto de la Seguridad Humana y Desarrollo integral de la Juventud.

¿Hasta cuándo debemos esperar, cuántos y cuántas jóvenes promesas de nuestro Archipiélago tienen que pasar a mejor vida o tienen que quedar lisiados de por vida para que la ciudadanía en general y nuestras autoridades tomen medidas y conciencia de la gravedad del asunto?

Se hace urgente que la Secretaría de Salud haga públicas las estadísticas de las muertes y lesiones por accidentes de tránsito en las Islas, para que ojalá se utilice como elemento para crear conciencia en la ciudadanía y en especial en nuestros jóvenes.


Última actualización ( Sábado, 20 de Noviembre de 2010 12:52 )