El valor de la Salud

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¿Todas las vidas valen lo mismo? La pregunta parece contestarse sola, es como si fuese un insulto a la inteligencia que no se contestara con un fulminante: “obviamente”. Pero... ¿es tan obvio? (NdeR: a propósito de la visita judicial al hospital de Providencia realizada este viernes 2 de marzo).

Cada uno tendría una lista personal y diferente de los individuos que pondría en resguardo frente a un apocalipsis, probablemente serían familiares, amigos cercanos, amores… y si el cupo lo permite, algún artista importante, alguien salvaría a un escritor, o a un científico… para cada quien habría entonces un sistema de puntuación tácita que daría valores diferentes a cada uno.

Entonces, ¿las vidas las valoramos de acuerdo a quien las ama? Siguiendo con el ejemplo del arca de salvación en el fin del mundo, tendríamos que pensar que los poderosos tendrían la primera opción para hacer su selección, su lista personal, sus gustos musicales, literarios, y los amores de los dominantes como la opción más evidente.

Su inventario, el suyo, el de mi lector, quedaría debajo de un par de miles de millones de inventarios, esperando… O sea, no solo importa que una vida sea amada, sino también quien la ama, que tan poderoso es quien la ama.

Esta podría ser la explicación de porqué nos aturde y nos conmueve la muerte de 17 jóvenes en La Florida, pero somos condescendientes con la tragedia Siria, o incluso con los desparecidos en Colombia, para ser más agudos, con los muertos que caen en nuestra propia tierra.  Es probable que sus vidas no hayan sido amadas por los poderosos indicados y en consecuencia no les demos el valor que parecía al principio tan obviamente igual.

Hagamos esto local. ¿Cuán valiosas son las vidas de los habitantes de la isla? ¿Quién nos ama? ¿Qué tan poderoso es quien nos ama?...

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Si a este punto de la lectura usted se está desanimando, piense esto: imagine que las quejas que inundaron a la Supersalud la semana que concluye, hubiesen venido de un contingente de daneses, finlandeses y noruegos asentados en el territorio; que los faltantes denunciados por los usuarios fueran de medicamentos que toman diplomáticos suizos y que las cirugías represadas fueran de ciudadanos holandeses. Y además, suponga: ¿qué refugio tendrían dispuesto para una delegación alemana en caso de huracán? ¿Qué cree que pasaría?... Sí, yo creo lo mismo.

Creo que nuestras necesidades no son valoradas, creo que existe un estado que nos ve como prescindibles, que nos cree reemplazables, inermes, creo que esa indiferencia histórica esta cimentada, primero en nuestra débil autoestima, que se alimenta de siglos de corrupción, con una nefasta división entre nosotros, sembrada de  necesidades falsas, angustias importadas. Creo que sencillamente no nos aman.

Pero ese es su problema, el de ellos. Si ellos no nos aman, amémonos nosotros. Si ellos no nos cuidan, cuidémonos nosotros. Si ellos no ven nuestra belleza, veámosla nosotros, si ellos no están orgullosos de nosotros, estemos orgullosos nosotros –Island Pride- Seamos nuestra lista, salvemos nuestra gente.

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Última actualización ( Lunes, 05 de Marzo de 2018 06:06 )