ETA e IOTA también dejaron devastación en el fondo marino

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Este domingo 6 de diciembre se realizó la primera limpieza del fondo marino tras el paso de los huracanes ETA y IOTA, en el punto conocido como ‘El Faro’ al oeste de San Andrés. Esta importante labor en pro de la recuperación del arrecife coralino que sufrió severos daños luego de estos eventos naturales, fue posible gracias a la unión de voluntades ambientales, académicas y sociales que buscan mitigarlos.

Varias de estas jornadas, están contempladas dentro de una propuesta de acciones entre ciudadanos comprometidos con el medio ambiente y la academia, este último sector representado por María Fernanda Maya y Mariana Gnecco, biólogas locales.

Las acciones prioritarias de este movimiento pretenden la recuperación del arrecife coralino como estructura natural fundamental para la contención precisamente de los huracanes; y como soporte vital para la supervivencia en territorios insulares.

De acuerdo con la ONG sanandresana Blue Indigo, tras el paso de ETA e IOTA, la devastación en varios sitios reconocidos de buceo es muy notoria. Por ejemplo, puntos como West Point se estima que presentan un porcentaje de afectación del 30% y del 70% respectivamente, por lo cual se hace necesario iniciar prontas acciones tendientes a la restauración del ecosistema, paralelamente de un diagnóstico actualizado.

Resultados de la primera jornada

En esta primera limpieza participaron 30 personas, alcanzando un peso aproximado de material retirado de 903 kilogramos, representado en telas (670 kg), 17 llantas para automóvil (153 kg), una llanta de tractor (estimada en 80 kg). Lo concerniente a latas y elementos plásticos, representaron un porcentaje muy bajo, cercano al 1%.

Cabe destacar igualmente que, durante las labores de remoción de residuos sólidos, fueron liberadas 33 criaturas marinas vivas (con predominio de moluscos y crustáceos), utilizando el método de liberación temprana, es decir in situ.

El coordinador de la jornada, el buzo ambientalista y miembro de la fundación Help 2 Oceans, Jorge Sánchez, se pronunció así al final de la actividad: "Nos enfrentamos ante un monstruo de contaminación marina nunca visto en aguas de la Reserva de Biosfera Seaflower. Las corrientes y el oleaje han hecho visible lo que posiblemente estuvo escondido para nosotros, desde tres o cuatro décadas atrás”.

El activista ambiental le dijo a EL ISLEÑO que aún es prematuro establecer compromisos de cuánto y cuándo costará o durará la rehabilitación ecosistémica. “Lo que sí se puede afirmar es el compromiso de la comunidad doliente de San Andrés que tanto necesita de entornos naturales limpios y sanos para la actividad del turismo", indicó.

Si bien se trata de la jornada de recolección submarina #131 que coordina Help 2 Oceans en su historial solidario con el fondo marino de San Andrés, Sánchez advirtió que la magnitud de lo visto en esta primera actividad echa por tierra, en muy buena parte, lo logrado en las acciones adelantadas en los cinco últimos años.