El portal de la destruccion de Little Reef

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PORTON

Son las 4:15 pm del martes 10 de abril. Por el portón blanco de un terreno en plena 'Zona Rosa', ingresan cinco muchachos con destino a Little Reef, tres de ellos con arpón. Más temprano, por el mismo acceso salía un hombre con una barracuda ensartada y un saco de caracoles (en plena veda), exhibiendo con orgullo su arte de pesca.

En Little Reef (Pequeño arrecife) está prohibido el acceso o la pesca por estar dentro del Área Marina Protegida (AMPs) de Seaflower, es una zona de reserva y de conservación vulnerada también por el paso diario de jets ski, lanchas, semi-sumergibles y por la indiferencia de las instituciones y autoridades ambientales. Algunas no saben lo que hay allí y otras lo han olvidado, pero la suma de los hechos hace ver que lo que sucede en 'Little Reef' poco les importa.

Las AMPs por iniciativa de Coralina, fueron creadas en el año 2005 de la mano con el Ministerio del Medio Ambiente, haciéndola acreedora de premios y galardones internacionales por esta gestión y los proyectos de los que hoy ya no queda rastro en las denominadas zonas ‘No Entry’, en temas de sensibilización, vigilancia, señalización y protección.

Este martes, todas las autoridades: Coralina, la Secretaría de Agricultura, los Guardacostas y la Policía Ambiental, fueron llamadas con insistencia y buen margen de tiempo sobre la intrusión, que dicho sea de paso, se produce casi a diario a la luz de todo el mundo.

En este caso fueron advertidas por algunos ciudadanos conscientes de la situación ambiental vía telefónica y por Whatsapp pidiéndoles una acción educativa y de sensibilización ejemplificadora, pero ninguna se movió con presteza, mientras otros ‘guardianes’ ad-honorem, desprovistos de autoridad y seguridad exponen sus vidas a retaliaciones.

Algunos usuarios y defensores de Little Reef llevan más de 10 años realizando en este sitio y en la Barrera Mayor, más sensibilizaciones a turistas y residentes que ninguna autoridad ambiental e incoherentemente es a ellos a los que se la ponen difícil para entrar. Sus reiteradas denuncias con evidencias fotográficas, pueden verse en varios portales de noticias con solo poner en el buscador el nombre de Little Reef.

Hubo tiempo para todo

Pero ese día hubo tiempo para quitarles el producto de su pesca ilegal y decomisar arpones. Hubo tiempo para impedir que los chicos entraran al agua y sensibilizarlos sobre el impacto negativo de su pasatiempo. También hubo tiempo para conocerlos, establecer sus necesidades y caracterizarlos para futuros programas donde se les invite a pescar en zonas donde no haya tan cruel impacto. Pero no pasó nada.

Hasta la zona de boyado llegó haciendo presencia la embarcación de Guardacostas, no muy versátil para estas zonas de baja profundidad, que al no poder ingresar, fue evitada por los jóvenes que se aprovechan en cada ocasión de los hoteles o edificios situados sobre el borde rocoso, para esconderse y volver a salir cuando impotentes se retiran, con sus binoculares en mano.

Este es el quizás sistema de corales más bello, prolífico, diverso y resistente que tiene el archipiélago y se encuentra tan accesible por mar y por tierra, que esto solo parecen saberlo los pescadores furtivos que, a diario, entran por el fatídico portón blanco que a la vista y paciencia de las autoridades se está convirtiendo el portal de la destrucción de Little Reef. 

Última actualización ( Domingo, 15 de Abril de 2018 04:43 )