Una tragedia también viven los ‘Pámpanos’, casi extintos en la isla y en esta ocasión uno solitario, se topó incauto con la punta del arpón de un joven pescador isleño, que ignoró o desconoció la restricción de ‘No Take’ en la Pequeña Barrera de Coral ‘Little Reef’, dentro del ‘Área Marina Protegida’ (AMP) de la Reserva de Biosfera Seaflower.
Por más de un año los ‘Guardines de la Barrera’, no tenían avistamientos de peces Pámpanos, en pequeños cardúmenes como solían aparecer, pero una semana atrás, avistaron con asombro a uno de gran tamaño que se atrevió a entrar o regresar a este lugar, que fue su hogar por pocos días.
La alegría de extraño avistamiento quedó fijada en el lente submarino del Guía de Ecoturismo, Miguel Gómez, quien por varios días avistó al solitario Pámpano, que parecía irradiar rayos de plata azulada, pero un arponazo implacable lo atravesó aniquilando su extraordinaria aparición y por desventura su muerte también quedó registrada.
Los Pámpanos, pueden llegar a medir más de un metro de largo y pesar hasta nueve kilos, su carne es de las mejores. Y aunque la hembra es muy prolífera, en la Barrera de Coral, solo se han dejado ver por años en pequeños grupos. Este no tuvo ninguna opción.
Sobre pesca y arte de pesca
“No hay posibilidades ni para las poblaciones de especies locales ni las que vienen de afuera. Estamos arrasando con todo y eso afecta negativamente todo el sistema, ya que Little Reef –aunque pequeño– posee una dinámica compleja y está conectado a la Gran Barrera de Coral”, dijo el ecólogo Juan Carlos Álvarez.
No es un drama por un solo pez, porque cada especie tiene su razón de ser en ese pequeño ecosistema, por eso a los auto denominados cuidadores del arrecife les atormenta cuando ven pescadores inconscientes con arpones en la Barrera.
“Las profundidades son muy cortas, es como pescar en una pecera, eso no tiene nada de magia ni si quiera es un arte de pesca que se deba respetar y casi siempre sacan peces de tallas muy pequeñas”, manifestó Miguel Gómez. Además la pesca con arpón está prohibida.
Moda de arpones
Cada vez hay más arpones en la isla en manos de hombres adultos y jóvenes con diferentes oficios y profesiones, pocos reconocidos o registrados como pescadores artesanales, pero muchos con un hobbie en común que ninguna autoridad ambiental o militar para esta dispuesta a controlar.
“El daño que se está generando es a largo plazo y tendrá consecuencias funestas para los corales. El impacto del arpón sobre el arrecife cuando golpea y sobre la especie que se captura es inmenso. Muchas de ellas son especies claves, como el pez Loro”, explicó a su turno el operador de buceo ambientalista, Jorge Sánchez.
Poca tregua tuvo el inocente Pámpano que se atrevió a entrar a la pequeña Barrera de Coral… Y todo esto ocurre en el Año del Turismo Sostenible.