Avanza el camino cuaresmal. Y Jesús, luego de enfrentar y vencer la tentación del Demonio que pretendía impedir su misión, continúa su proyecto y marcha hacia Jerusalén a cumplir con su objetivo. Pero el camino sigue siendo exigente y pareciera que la oscuridad fuera cada vez más tenebrosa, y que no se viera luz al final.