“Llevo en esto toda la vida”, me dijo un niño de cinco años mientras señalaba su trabajo de investigación. Toda la vida son dos de sus cinco años. Su proyecto hablaba sobre escritura creativa y cuáles son las técnicas más adecuadas para que a la gente de su edad, se le hiciera fácil la labor de traducir a letras, los recovecos de la imaginación de niños nacidos al borde del abismo del mar Caribe.