Hoy arranca un nuevo ciclo, con una flamante tripulación al comando de la Nave Archipiélago, una embarcación que literalmente ha transitado los últimos años por la tumultuosa inestabilidad institucional, la ausencia de garantías del desgobierno, y el desgreño administrativo; todo esto con numerosos capitanes ‘encargados’ por el procesamiento de los dos últimos elegidos democráticamente para llevar a buen puerto su carta de navegación.