Así vivió la pequeña barrera de coral o ‘Little Reef’, –zona de ‘No entry, no take’, en las Aguas Marinas Protegidas (AMPs)–, los embates de la mano del hombre que con sus diversos pasatiempos o necesidades atenta día a día contra la tercera barrera de coral más importante del mundo por su increíble belleza y diversidad.
Fueron varios los hechos ocurridos el 29 de mayo, que llevaron a documentar lo que ocurre en poco tiempo pero varias veces al día, durante todos los días, a la vista y paciencia (¿tolerancia?) de las autoridades en esta importante zona coralina.
En la primera imagen, dos turistas que no fueron advertidos –o no les importó la advertencia– encallaron un ‘jet-ski’ de alquiler y en el forzoso intento por sacarlo pisotearon una diversidad de corales de fuego y cerebros, causándoles visibles daños, probablemente irreparables.
Seguidamente, una raya águila juvenil flotó muerta luego de haber sido arponeada para quitarle la cola (foto inferior) por un par de supuestos pescadores que continuaron la faena, cargando consigo especies pequeñas de peces y pulpos que tal vez no se alcanzaron a reproducir.
Área Marina Protegida
La barrera de coral que se extiende por todo el noreste de la isla, empezando detrás del Parque Regional Jhony Cay, hasta South End, reconocida por la espuma blanca que rompe en el horizonte, la misma que inspiró, entre otros factores, la declaración del archipiélago como Reserva de Biósfera Seaflower, está contemplada como ‘Área Marina Protegida (AMP).
También conocida como zona de amortiguamiento es el lugar idóneo donde las especies deberían nacer, crecer y reproducirse conforme a su naturaleza.
Así lo explicó el instructor de buceo y escritor ambiental especialista Jorge Sánchez en su más reciente artículo en periódico impreso EL ISLEÑO (76) “¿Aguas claras o turbulentas?".
Decía: “Sin esas zonas no hay espacio para compensar otras donde si está permitida la extracción” y agregó: “Cada vez que alguien extrae un pez, quebranta su propio futuro. Y el de todos”.
Es inmenso el inventario de los daños que por años ha sufrido este frágil ecosistema, agredido persistentemente por el encallamiento de embarcaciones y la pesca indiscriminada de tortugas, tiburones nodriza, rayas, peces loro, considerados especies clave en el Reserva de Biosfera Seaflower.
Little Reef está bajo ataque al igual que toda la barrera coralina y la pregunta reiterativa es: ¿quién podrá salvarla?