Una lechuza fue hallada el miércoles 18 de marzo por una pareja de residentes del sector de la Circunvalar (kilómetro 6) en el antiguo Sea Aquarium, en una de las piscinas vacías que quedó del otrora centro de diversión, ahora cerrado al público.
“Ella no se resistió, en cuanto la vi también me quedó mirando fijamente como diciendo: sálvenme por favor”, dijo Natalia Bianchi, quien inmediatamente se comunicó a la redacción de EL ISLEÑO.COM en búsqueda de orientación sobre qué hacer con el ave.
Según Nacor Bolaños, biólogo de la Corporación Ambiental Coralina, esta especie del orden de las estrigiformes o rapaces nocturnas, no está amenazada; fue introducida a la isla y existe una pequeña población residente.
La lechuza de gran hermosura, tuvo que ser rescatada con escalera y puesta a salvo en un lugar oscuro por Bianchi y el niño Jeinner Rodríguez, quien ya hizo sus primeras acciones como proteccionista de la fauna silvestre de la isla, mientras llegaban los biólogos expertos.
Rescate y valoración
Hasta el lugar, bien entrada la noche, llegaron los técnicos de Coralina para trasladarla hasta la sede de la entidad donde sería valorada por la especialista en aves, este jueves en horas en la mañana.
“Efectivamente la lechuza está muy delgada, pero esta mañana fue bien hidratada, alimentada y puesta en libertad en la zona para poder monitorearla”, explicó Bolaños.
Bienvenidos los esfuerzos por salvar una especie poco habitual en la isla. Al fin y al cabo, es una fortuna saber que ha escogido este territorio como un santuario, hecho por el que --con mayor razón-- hay que hacer un esfuerzo para salvarla.