Hoy se cumple un mes del accidente del avión Boeing HK- 4682 de Aires en San Andrés. Un suceso desigual en la historia de la aeronavegación que llamó la atención mundial por su mínimo saldo de víctimas. Gracias a Dios.
Sin dudas, la reacción de la comunidad isleña también tuvo muchísimo que ver con este resultado. Un accionar solidario orientado por autoridades comprometidas; socorrido por profesionales eficientes y apoyado con firmeza por ciudadanos fraternos; logró fijar los ojos de la comunidad internacional en este pueblo afincado en el medio del mar Caribe occidental.
La administración del aeropuerto encarnada en el Consorcio de Aeropuertos de San Andrés y Providencia (Casyp), realizó hoy una misa campal en el terminal aéreo. Se conmemoró el instante con respeto, se homenajeó a los actores, se evocó el recuerdo de los caídos.
Se reconoce, se destaca la iniciativa de Casyp. De la misma manera, esta entidad y los gremios de las islas, podrían formular un análisis del comportamiento post accidente de uno de los motores económicos del archipiélago que es la aeronavegación en el marco del turismo
¿Qué pasó después del 16 de agosto? ¿Cómo está la demanda de cupos? ¿Continuán los vuelos nocturnos charter de Aires que Anato –seccional- denunció antes del accidente, por su desorden e impuntualidad en la prestación del servicio? Y las ayudas para la aeronavegación… ¿Están en órden?
Sería conveniente, justo y necesario, que la Aeronáutica Civil de Colombia presente un informe sobre lo sucedido -y las medidas tomadas a futuro-, una vez se conozcan los resultados de la investigación que adelanta en compañía de la National Transportation Safety Board (NTBS). Mientras tanto, agradezcamos a Dios y al pueblo de las islas por protegernos suficientemente de semejante eventualidad.
Por Eduardo Lunazzi /
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