Aunque le estaba yendo “súper bien” en la secretaría de Infraestructura, según le dijo a EL ISLEÑO, el arquitecto Abel Archbold Joseph prefirió dejar el cargo para formar parte por cuarta vez de la Asamblea Departamental. No es este un movimiento muy común en la administración pública; se ha visto con más frecuencia a la inversa –desde la arena política– y por diversos motivos. Tanto que hubo necesidad de crear una ley para evitar el denominado “transfuguismo”, que es el nombre que le dieron a esta práctica nacional.
Por eso la salida de Archbold Joseph del Gobierno Departamental para ocupar la curul que dejara el diputado del partido liberal Arlington Howard, al parecer para no inhabilitarse y poder ser candidato a la gobernación en las elecciones próximas, tomó por sorpresa a muchos, en particular a los que entienden poco sobre el dinamismo de la política.
Pero los que saben ven claramente que era necesario tal cambio para no poner en peligro la coalición política que existe en la duma departamental, la cual apoya irrestrictamente a la actual mandataria seccional Aury Guerrero Bowie. Quien, dicho sea de paso, ha dejado de figurar en las encuestas del noticiero CM& que al principio la ponía entre los 10 mejores gobernantes seccionales del país. ¿Por qué razón? El pueblo de San Andrés y Providencia sabrá juzgar mejor que este medio lo que ha causado tal desvanecimiento de los altos índices de popularidad que poseía antes.
Para explicar su movida, Archbold Joseph ha querido comparar la situación con lo que pasa en el fútbol, en el que hay jugadores que juegan en donde los ponga el director técnico, como el caso de James Rodríguez. Y para demostrarlo se ha puesto la camiseta marcada con el número 10 que usara en el reciente mundial de fútbol de Brasil el grande mediocampista de la selección Colombia para ilustrar esta nota periodística sobre su salida de la gobernación y regreso a la Asamblea.
Archbold Joseph ha dicho a EL ISLEÑO que va a la Asamblea departamental a “seguir trabajando por el bienestar de la comunidad” (es autor de las ordenanzas que crearon el Día de la Emancipación del pueblo Raizal, el Día del Folclor –como homenaje a Miss Gal Gal–, las Veedurías Cívicas Ciudadanas, la creación de la Orquesta Sinfónica Infantil, entre otras), apoyando los proyectos que presenten sus compañeros, a insistir en la creación de la Juntas Administradoras Locales (JAL), en la municipalización de San Andrés, en la actualización de Plan de Ordenamiento, y a respaldar las iniciativas gubernamentales”.
Durante los dos años y ocho meses que permaneció al frente de la cartera de Infraestructura, Archbold Joseph indicó que logró ejecutar en el año 2012 todas las obras contratadas en el 2011 y a terminar las que estaban inconclusas. De las que fueron presupuestadas para el período 2013 a 2014, se encuentran en proceso de licitación la llamada ‘vía industrial’ cuyo costo está calculado en 4.000 millones de pesos; la vía del sector de La Loma y el mega-colegio CEMED.
Informó también que el proyecto de recuperación de las playas, que cuenta con una partida presupuestal del orden de los 20.000 millones de pesos, está a la espera del otorgamiento de la licencia ambiental por parte de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), que es la autoridad competente para este caso.
Manifestó que deja en proceso de actualización el Plan Maestro de Drenajes Pluviales, cuyo costó está fijado en 56.000 millones de pesos. Que en consulta previa se encuentra el dragado del puerto local, cuyo costo asciende a los 30.000 millones de pesos. Y en ejecución la carretera circunvalar, cuyo costo está definido en 33.000 millones de pesos.
Lo que viene
Para el 2015, informó, está programada empezar la pavimentación de la malla vial del Distrito 4 que comprende los barrios Serranilla, Back Road y Natania, con recursos provenientes de la sobretasa a la gasolina. El presupuesto total para las vías departamentales asciende a 10.000 millones de pesos este año, indicó el ex funcionario. Pero señaló que “definitivamente para la recuperación completa de la malla vial de las islas son necesarios recursos del Gobierno Nacional por el orden de 60.000 millones de pesos, los cuales ya fueron solicitados para que sean incluidos en el denominado “Plan Archipiélago” que surgió tras el fallo de La Haya. Y sugirió que “en adelante se haga mantenimiento preventivo de la misma y no esperar que las calles se vuelvan intransitables”.
Acerca de la situación de la zona peatonal de Sprat Bay, cuyo deterioro es notorio y ha generado críticas ciudadanas de diverso origen y calibre, Archbold Joseph señaló que el mantenimiento de esta se garantizará con recursos de la secretaría de Turismo y de Infraestructura, pero llamó la atención de la Asociación Administradora de la Peatonal en el sentido de que debe hacer mayor presencia (NdeR: ¿existe?).
Sobre la infraestructura destinada al servicio del turismo dijo que “las obras existentes están funcionando y en proceso de construcción se encuentran el sendero ecológico de Old Point, el acceso a la laguna del mismo sector, los puntos de buceo alrededor de la isla, la zona peatonal de la Avenida Newball, y en proceso de estudio y diseño la Perimetral del Cliff.
Preguntado sobre el por qué siendo San Andrés tan pequeña no es la “tacita de plata” que todos opinan podría ser, el saliente secretario de infraestructura dijo que todo se debe a “la falta de continuidad en los proyectos, al trato inadecuado e inmerecido por parte del Gobierno Nacional, y a la falta de cultura ciudadana”.
Así las cosas, la partida de Archbold Joseph hacia la Asamblea Departamental puede no ser de superlativa importancia para la opinión pública, pero para la gobernadora Aury Guerrero Bowie se trata de una movida que le garantizará gobernabilidad, lo que a su vez le proporciona un ambiente de trabajo lejos de las presiones de los opositores para terminar sin mayores problemas su periodo gubernamental. Pero en especial consigue de esta manera ubicar en sitio estratégico a alguien que conoce muy bien por donde van las cosas de la administración departamental y poner a la vanguardia a un político de su confianza y, por ende, a un defensor de capa y espada. Un todoterreno.