En lamentable estado se encuentra el gramado del nuevo estadio de beisbol infantil ubicado en el sector de Black Dog, obra que se iniciara hace más de tres años por un monto inicial de 2,550 millones de pesos y aun no ha sido entregada por evidentes irregularidades en la adecuación del gramado y terreno de juego.
Este escenario deportivo cuya finalidad es brindar un espacio con las mejores condiciones para la práctica del beisbol menor, hoy es víctima de los contratistas que aun no han logrado terminar la siembra del gramado al terreno de juego, dando muestras de ineficiencia o desconocimiento en esta materia.
Para cerrar el proceso el Gobierno Departamental gestionó a través de Presidencia de la República y el Departamento de Prosperidad Social (DPS) la suma de 750 millones de pesos para específicamente culminar la obra en materia de luminarias y terreno de juego, esta última sin concluir.
Denuncias
La firma contratista debió parar la obra por denuncias interpuestas por la Liga Departamental de Beisbol, padres y entrenadores, al ver el trato que se le había dado al mismo.
“El verano ha limitado el proceso del gramado del terreno de juego que no se ha podido regar, incluso se está colocando grama seca y una vez pegue se nivelará el terreno para dejarlo en optimas condiciones”, explicó Hernando Castellanos cabeza visible de la firma contratista de la obra.
A su turno, el Gobierno Departamental ha hecho saber al contratista su inconformismo, manteniendo firme su decisión de no recibir el nuevo escenario si no cumple con las especificaciones establecidas en el contrato de la obra.
La última palabra la tendrá Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo (Fonade), ente encargada de recibir o no la obra.