En una multitudinaria manifestación, los habitantes de Providencia y Santa Catalina, marcharon ayer domingo 25 de noviembre en horas de la tarde, rechazando el reciente fallo proferido por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que trazó nuevos límites territoriales entre los países de Colombia y Nicaragua.
La marcha contó con la presencia de la gobernadora Aury Guerrero Bowie y el alcalde Arturo Robinson Dawkins, quienes acompañaron a los habitantes del municipio, dolidos desde el pasado 19 de noviembre cuando el organismo mundial de justicia, cambio el destino de los habitantes ancestrales del territorio más septentrional del país.
Los gritos de rechazo por la decisión de la Corte, se vieron mucho más sentidos desde esta pequeña comarca de verdaderos lobos de mar, excelsos navegantes y pescadores de tradición, quienes vieron afectada su seguridad alimentaria con este fallo que reduciría los ingresos económicos de los pescadores de las islas y traería afectaciones limítrofes con varios países de Centroamérica.
“Durante la histórica jornada, los pescadores acompañados de sus familias se hicieron sentir porque son los más afectados”, dijo Casimiro Newball, uno de los hombres que trabaja en el proyecto de repoblación del caracol pala, programa que se adelanta en convenio con la Gobernación Departamental, Coralina, la Universidad Nacional y la Alcaldía Municipal.
Las grandes fuentes de pesca, las Áreas Marinas Protegidas (AMPs), la biodiversidad y recursos naturales, quedan en entredicho con este fallo, que coloca en grave riesgo a unas 400 familias que devengan su total sustento del mar de los siete colores.