De las debilidades en materia ambiental de la Reserva de la Biosfera Seaflower, que menciona el informe de la Procuraduría General de la Nación de esta semana que acaba de pasar, la que más avergüenza es la carencia de un sistema de acueducto y alcantarillado con cobertura adecuada.
Éste ha sido, hasta ahora, el reto jamás superado de los gobiernos locales. La mayoría se han quedado en buenas intenciones. Y ninguno ha sido lo suficientemente firme para espantar las aves de rapiña de la corrupción que se han tragado, durante la última década, los dineros públicos destinados para ello.
El sistema de acueducto y alcantarillado de San Andrés, tristemente, no ha pasado de ser una simple promesa de campaña. Los candidatos que han formado parte de las diferentes disputas electorales por la gobernación que se han llevado a cabo desde 1991, siempre lo han puesto como su principal objetivo.
Pero, apenas llegan al Coral Palace se olvidan del asunto. O en el peor de los casos, han tomado para sí los recursos económicos encontrados en el presupuesto. Acordémonos de los numerosos planes maestros que se han elaborado sin que ninguno haya pasado de ser letra impresa.
De ahí que estemos como estamos. La falta de este vital servicio público, no sólo afecta seriamente la calidad de vida de los habitantes de las islas, sino que pone de presente cuán inferior han sido sus dirigentes a tal desafío.
Pero, en especial, denota cierta pasividad de parte de la comunidad insular que nunca ha elegido, en la mayoría de los casos, dar la batalla contra los corruptos que se han apropiado de la plata de todos.
Ojalá, esta vez, el emplazamiento que hace el Ministerio Público a las autoridades nacionales, departamentales, y municipales, sea atendida debidamente. Y San Andrés y Providencia puedan contar en el futuro cercano con un este sistema, antes de que la amenaza de desastre natural que se cierne sobre estas islas por dicha causa se vuelva una terrible realidad.
COLETILLA: “No debemos adaptar los hechos a nuestra inteligencia, sino que debemos aspirar a elevar esa inteligencia a un grado en el que pueda entender los hechos”.
Andrea F. Kaiser.