No sabría decir qué efectos podría producir nuestra presencia, pero debemos tener voluntad de sacrificio y disponibilidad para asistir el lunes a la concentración frente al Coral Palace para que resulte masiva, porque acudirá un viceministro para atender el tema de los precios que pagamos por la energía eléctrica en las islas.
Aquí en el archipiélago lo único mínimo es el salario que se recibe, del trabajo privado como del empleo público a nivel departamental donde el gobernante, responsable del orden, de la convivencia, de la prosperidad y de la correcta ejecución de un presupuesto superior a 150 mil millones de pesos anuales con un sueldo mensual inferior a diez millones de pesos, que comparado con magistrados o similares del orden judicial y de control reciben una mesada mucho más alta, y que corresponde a sus responsabilidades.
Pero frente a salarios mínimos en las islas, nos toca gastos elevados en todo lo básico, en los servicios públicos, en los combustibles, en los precios de los alimentos, en los materiales para el mantenimiento y construcción de vivienda.
Nos están estirando la línea de resistencia en esta comunidad desesperada y sin solvencia que hace esfuerzos en su comportamiento social para no reaccionar tal cómo nos indican los que reciben atenciones del Estado y del Gobierno en otros puntos de la república.
Por ahí señalan en las redes sociales en avisos-mensajes de cuando los potentados desposeen a los pobres se llama “negocios” pero cuando los desposeídos pretenden reivindicar sus derechos usurpados, entonces eso lo llaman violencia.
¿Cómo es que en un paraíso, que al decir de muchos lo constituye lo que la naturaleza ha dado a este ambiente insular nuestro, se vive en un infierno.
Y no hablamos del clima tropical sino del clima de inasistencia, de ineficiencia, de desprotección, de desamparo.
¿Quiénes pueden pagar las cuentas de luz hoy? Quiénes podrían seguir pagando esa misma facturación con un 100% mayor cuando quiten lo que llaman subsidio, que no lo es sino que son factores agregados a la facturación del producto o servicio por impuestos y por asimilación a los precios internacionales como importaciones ficticias para un país productor y exportador de petróleo como el nuestro.
¿Otra muestra? El Hospital Departamental “Amor de Patria” y la salud en general.
¿Otra? Los delincuentes de menor cuantía sin control, sin castigo. Y los de mayor envergadura también.
No sabemos si con subsidio o sin subsidio estaremos condenados a pagar los altos costos por la luz en el día de mañana, pero lo que si será inevitable será la sublevación de las masas que cuando no tengan cómo pagar tampoco se conformarán con vivir en la oscuridad.