A principios de este año, el Movimiento de Veeduría Cívica de Old Providence anunció que se iniciaría un ‘Proceso de Reconstrucción Fase II’, que incluía la extracción de residuos sólidos generados por las primeras obras desarrolladas tras el paso del huracán Iota; sin embargo, esta acción aún no arranca.
Según dio a conocer este colectivo en su momento, en la última reunión de consulta previa celebrada entre representantes del Pueblo Raizal y distintas entidades del Estado, fueron 26 los acuerdos pactados con dichos entes; uno de ellos, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
Entre los compromisos que dicha entidad adquirió, quedaron la reparación óptima de viviendas con garantía de zona segura y peritaje técnico, la construcción de albergues, y el traslado de escombros hacia el continente colombiano; entre otros.
Extracción “en standby”
Sobre el tema de evacuación de desechos, EL ISLEÑO dialogó con Roylie Hawkins, miembro del Raizal Council e integrante del equipo ciudadano partícipe de las consultas previas desde hace varios años, quien indicó que no han habido adelantos en este sentido, a causa –al parecer– de los cambios recientes que han habido en el Gobierno nacional.
“Sabemos que hay un contrato firmado por $40 mil millones para empezar a sacar la basura, sabemos que están pendientes de firmar el Acta de Inicio, pero por los cambios que han habido en el Gobierno, inclusive en el mismo Ministerio del Interior que es el que lidera este proceso, todo está en standby para empezar a ejecutar”, señaló.
Así mismo, el dirigente providenciano indicó que los otros compromisos de consulta previa están en una situación similar; razón por la cual, en un encuentro que sostendrán en pocos días los líderes de este proceso, con miras a programar una reunión de seguimiento, se pondrán sobre la mesa los mecanismos para buscar acelerar la ejecución de las obras pactadas.
Hawkins comentó, igualmente, que se está recomponiendo el equipo técnico de asesoría y acompañamiento del Movimiento de Veeduría (que acompaña de cerca el Raizal Council), para revisar los acuerdos protocolizados en 2024 y establecer los derechos de petición o demandas a que hubiere lugar por el retraso en el inicio de distintas obras.
Botaderos por doquier
Según conoció extraoficialmente EL ISLEÑO, uno de los sectores más afectados por la presencia de escombros ‘a cielo abierto’ es Mcbean Hill (en la foto).
Sobre los sitios de mayor afectación, el integrante del Raizal Council recalcó que más allá de la presencia o no de botaderos al aire libre, la problemática radica en que esta situación se viene acrecentando cada día más, dado que la reconstrucción no ha cesado porque muchas personas siguieron haciendo reparaciones por cuenta propia; así que los residuos han ido también en aumento y ya no hay lugar para depositarlos de manera temporal.
“Hay mucha gente que no es consciente y hastiada de tener esos escombros en sus patios, ya los está sacando a las calles porque no hay quién los recoja. Entonces las vías están llenas otra vez y estamos un poco alarmados con eso, porque esta situación podría ‘espantar’ al turismo, ya que ya hay basura casi que en toda la isla”, anotó.
Para concluir, Hawkins insistió que este problema tiende a agravarse con el paso del tiempo; y agregó que, más allá de desocupar los acopios temporales, lo que se tiene que hacer es implementar un sistema de extracción masivo, para que no siga causando daños colaterales y para que no se sume al volumen de desechos que generará la llamada ‘Reconstrucción Fase II’.
(Foto: Movimiento de Veeduría Cívica)