Diversos colegios se sumaron a la conmemoración de esa fecha, con miras a desmitificar esta asignatura y, a través de la diversión, mostrar que sí se puede enseñar mientras se divierte. Habla Sonia María Cuadros, docente del Instituto Bolivariano.
La jornada inició con la preparación de los stands donde los jóvenes armaron sus dinámicas para la actividad denominada ‘Recreo Matemático’. Por medio de sudokus, carteleras, adivinanzas y otras estrategias, vincularon a compañeros, profesores y público en general a conocer un poco más sobre el mundo de los números.
Se trata de una apuesta por mejorar los resultados escolares de los estudiantes en esta materia, entendiendo lo transversal de la misma y la necesidad de prepararse para el mundo laboral, donde día a día las sumas, restas, multiplicaciones y divisiones, están a la orden del día.
Por esta razón, se pensó que el recreo matemático estuviera liderado por los alumnos, a fin de que generaran una apropiación del conocimiento y motivaran a sus compañeros a ser parte de estas dinámicas, todo enmarcado bajo un halo de risas, solidaridad y empatía.
También, se contó con decoración para tomar alguna foto y retratar parte de la esencia de esta iniciativa, donde los estudiantes no sólo compartieron sus propuestas, sino que también demostraron lo aprendido dentro del aula de clase.
Combinación de actividades
Para Sonia Cuadros, docente de matemáticas, es importante combinar el trabajo en el salón con las actividades fuera de él, porque no sólo se comprueba si el proceso de aprendizaje es efectivo, sino que se fortalecen otras habilidades como la expresión oral, la síntesis, el reconocimiento espacial y la resolución de problemas cotidianos.
“Conmemoramos este día, en pro de que los estudiantes se enamoren más de esto. Queríamos que tuvieran un recreo divertido y matemático. Diseñamos un plan de fortalecimiento de las falencias de los alumnos, para trabajar sobre ello”.
Es preciso añadir que, de acuerdo a Cuadros, se aprovechó también la modalidad de jornada única, donde coinciden primara y secundaria, para que tanto los grados más altos como los cursos menores pudieran tener un espacio de diálogo en el que el lenguaje de las matemáticas fuera traducido por el juego.
Del mismo modo, los dirigentes del colegio manifestaron que se espera que este tipo de apuestas tengan un resultado tácito en las próximas pruebas saber, donde los números son un factor que puede llegar a intimidar y sobre los cuales las islas tienen una gran posibilidad de mejora gracias al talento de los estudiantes.