Con motivo del Día Mundial de la Música, que se conmemora este 22 de noviembre, EL ISLEÑO dialogó con el cantante y guitarrista sanandresano Felix Mitchell, quien además de su larga trayectoria con el ‘Grupo Creole’, sigue fortaleciendo su escuela musical en el sector de Schooner Bight. Una de sus estudiantes es una niña con discapacidad visual.
El artista raizal se inició hace más de 40 años en la música. Fue integrante del grupo ‘Black Star’, para él, la primera agrupación de ‘dance hall’ y de música urbana del país. Actualmente, integra también la banda de reggae ‘Royal Rudes’, en la que es el guitarrista líder.
Con respecto a la escuela que dirige, llamada 'Dam Roots Music School', comentó que la inició hace 25 años como algo muy pequeño, a modo de obra social, y pensada exclusivamente para niños y niñas. Pero el proceso ha ido creciendo y fortaleciéndose, al punto que ya varios adultos llegan a estudiar allí; además, este 2024 la Secretaría de Cultura decidió tenderles la mano, enviando algunos profesores.
“Enseñamos en la iglesia de Schonner Bight, tenemos 28 alumnos, y damos clases de guitarra, bajo, batería y piano”, indicó Mitchell.
Tocando por “instinto”
En este momento, uno de los hechos que más resaltan en su Escuela, es que una de sus alumnas es una niña con discapacidad visual llamada Laura. Según comentó el artista, a ella la conoció a través de una profesora cuyo hijo había estudiado música con él, y a quien la menor manifestó que quería aprender a tocar el teclado.
“La profesora me preguntó si yo me atrevía a enseñarle a la menor. Yo he trabajado con niños (con discapacidad cognitiva) de la escuela de Orange Hill y eso me ha dado cierta experiencia, así que me decidí a hacerlo. De eso ya hace un año, Laura ya hizo su primera aparición en la clausura organizada por la Secretaría de Cultura, y seguimos aprendiendo cómo hacer que capte lo que visionamos para ella”, explicó Mitchell.
El vocalista de Creole agregó que, aunque es la primera vez que enseñan a una persona con dichas caraterísticas , han dado todo de sí para que la niña logre su sueño. Por eso, en la Escuela se han enfocado a que aprenda cómo responder por instinto, para que en su mente ella visione las distancias entre las notas y los acordes, por ejemplo.
Propósitos para el próximo año
Aun cuando podría seguir expandiendo su escuela, dada la acogida que ha tenido este proyecto, Mitchell ha decidido no recibir más alumnos el otro año, puesto que quiere nivelar los tres procesos que avanzan en la actualidad (principiantes, medios y avanzados), para reforzar donde haga falta y para saber qué clase de profesor necesitan para satisfacer las necesidades de sus estudiantes.
Con respecto a la importancia de enseñar música desde temprana edad, el artista señaló que hay una alta tendencia a impartir clases desde la adolescencia; pero cree que habría que enfocarse en enseñar a los bebés y a los niños pequeños, para que cuando sean jóvenes tengan ya las bases adquiridas y tengan claro que hay muchos caminos para emprender en la adultez.
“Para mí la música lo es todo, por eso deberíamos empezar a enseñar la música tradicional desde casa, en los kinder; estoy seguro que así se acabaría la violencia, los malos tratos y la corrupción. Durante mis años con Creole, siendo músico, he podido aprender, comprender y a querer más mi cultura; esa misma que me ha permitido conocer países y continentes que sólo había visto en libros de geografía, y, de este modo, apreciar diferentes costumbres. Ojalá todos en San Andrés pudieran ser músicos”, concluyó Mitchell.
