A propósito de la visita a la isla de la ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, que participará este jueves en un Conversatorio Nacional del Consejo Superior de la Judicatura, sería oportuno conocer de su propia voz el avance de las gestiones para la remodelacíon, ampliación y/o construcción de un nuevo centro carcelario en San Andrés.
Lo anterior, en virtud de que hace casi un año (el 17/10/23) su antesesor Néstor Osuna, visitó el Centro Carcelario New Hope y conoció de primera mano las falencias estructurales que presentaba su edificación que, al decir de los propios funcionarios del INPEC, estaba en estado crítico y sobrepoblado.
En efecto, en aquella ocasión Osuna se reunió con el personal carcelario y administrativo del centro y escuchó uno a uno los problemas que cada funcionario percibía: el mal estado general de la infraestructura del edificio, la falta de vehículos, armamento obsoleto, y la precaria seguridad general y sanitaria tanto de trabajadores como de internos.
“Además de los problemas de infraestructura, la capacidad del inmueble quedó insuficiente, pues actualmente hay 221 internos, 121 más de la capacidad total. Lo anterior sumado a que de los 52 guardias que custodian el centro penitenciario, 49 viven en sus instalaciones, por lo cual también están en condiciones de hacinamiento”, enumeró el ministro.
Posibles soluciones
Sobre lo hallado en la cárcel, Osuna reconoció que ya tenia muchos años de construida (29) y, por lo tanto, acarreaba todos los problemas ya mencionados. En síntesis, su visita a la isla en 2023 –dijo– fue entre otras cosas “para ver y conocer de primera mano esta problemática y elaborar entre todos la mejor idea para la construcción del nuevo centro penitenciario".
Lo anterior para culminar afirmando que el dinero ya estaba dispuesto, indicando por último que demoras administrativas o falta de gestión del Estado han retrasado su construcción. Hoy, a casi un año de aquella visita, las novedades sobre la construcción o remodelación de la carcel New Hope –por lo menos en San Andrés– no son muchas o, al menos, no muy conocidas.
La ultima noticia, eso sí, fue un incidente de desacato en contra del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) solicitado a mediados de agosto pasado por la Procuraduría General de la Nación al Tribunal Contencioso de San Andrés por un incumplimiento sobre vertimientos de aguas residuales en el vecindario.
Dicho vertimiento, en una zona verde y rural que ha sido impactada por múltiples elementos cercanos y exógenos, como: el relleno sanitario ‘Magic Garden’ a donde van a parar la mayoría de los residuos sólidos de la isla; más las plantas de generación de energía eléctrica de San Andrés; son como el ‘toque final’ para un sector tradicional agobiado por décadas de olvido y desconsideración social. Por decir lo menos.