Esta semana se observaron entusiastas funcionarios adscritos a la Administración Departamental abordando a turistas y residentes en los balnearios de Sprat Bight y Rocky Cay, con el fin de concientizarlos en la sana actitud de respetar el derecho del prójimo a disfrutar en paz y armonía el paisaje que ofrecen las playas del Archipiélago.
Una acción que debería estar asociada no solo a los casi 24 años de vida de la Reserva de Biosfera Seaflower; sino a la protección de los mencionados derechos desde el más elemental de los sentidos –el común–, hasta el de oir y el de escuchar sin aturdir, que tienen todos los seres vivos de este planeta.
Sabemos también que una buena parte de los visitantes de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, buscan diversión, distracción y, en gran medida, aprovechamiento de su tiempo libre y esto incluye desde luego oír música –ojalá de artistas locales, que la hay mucha y muy buena–, sin embargo, esta debe difundirse en volúmenes que no afecten a los demás.
También se puede decir que esta ‘batalla de los decibeles’ se viene presentando desde tiempos inmemoriales en el Archipiélago y con diversos resultados; algunos satisfactorios y otros no. Se han creado normas, decretos, ordenanzas y leyes. En estos han participado desde la Autoridad Ambiental hasta el Congreso de la Nación pasando por el Gobierno y la Asamblea Departamental. Sin embargo, los resultados no siempre han sido los anhelados.
En este sentido, el acompañamiento de la fuerza pública (Policía y de ser necesario, Armada Nacional), a veces es necesario para persuadir a grupos que no siempre entienden que los derechos de ellos se terminan cuando vulneran los de los demás. Tan sencillo como eso.
Por eso aplaudimos estas acciones ambientales consecuentes con los postulados y el espíritu de la RB Seaflower, carta de navegación del Archipiélago que, por lo visto, el Gobierno Departamental está tratando de ponderar en su medida y armoniosamente para el bienestar de los niños, mujeres y hombres de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.