La Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago (Coralina), a través de las subdirecciones de Calidad y Ordenamiento Ambiental y de Mares y Costas; con el apoyo de su laboratorio ambiental, realizó el monitoreo de las aguas subterráneas de San Andrés para conocer el estado actual del recurso hídrico.
De acuerdo con la entidad, estas acciones son necesarias para establecer las condiciones sanitarias y ambientales de estas aguas; al tiempo que se realizan comparaciones en periodos secos y lluviosos, para identificar la época del año donde se presenta mayor contaminación.
El coordinador del proyecto de Recurso Hídrico, Tomás Guerrero, explicó que los resultados del estudio realizado, indicaron que la mayor cantidad de concentración por contaminación se presentó en el segundo semestre de 2020, debido a que las corrientes producidas por las lluvias llevaron consigo aguas residuales, haciendo que las basuras mal dispuestas se filtraran a los acuíferos.
Igualmente, señaló que se presentó contaminación en los pozos sépticos (domésticos), los cuales no se encontraban herméticamente protegidos; esto causó el paso de esas aguas a los acuíferos.
Algunas conclusiones
Frente a este estudio, se evidenció que el 82% de los pozos domésticos de extracción de aguas subterráneas estaban contaminados por microbios y agentes fisicoquímicos, concluyendo que estas aguas no son aptas para el consumo ni el contacto humano.
En los análisis que se vienen desarrollando en 2021, las muestras se están recogiendo sobre aquellos puntos donde se han encontrado mayores evidencias de contaminación, como en la zona Norte de la isla y puntos de interés turístico, como el Parque Regional Natural Johnny Cay.
Sin embargo, según Coralina, se debe hacer una caracterización en toda la isla para conocer el grado de contaminación de aguas subterráneas.
Se tiene previsto que este monitoreo que inició la presente semana, concluya en 15 días con la recolección de muestras, para que el laboratorio las procese y se pueda determinar más puntualmente la calidad del agua que se utiliza en la isla para el consumo humano.
Dicho estudio se hace a partir de la recolección del líquido, directamente desde la fuente y no del que se consume del acueducto.