Tras 105 días del paso del huracán IOTA por Providencia y Santa Catalina, la reconstrucción del municipio ha avanzado a paso lento. Al respecto, la Contraloría General divulgó un informe que expuso cómo va este plan para volver a levantar las islas._Titulación, deuda histórica.
Según el balance que hizo la entidad de control fiscal hasta el pasado 25 de febrero, de las 877 viviendas inicialmente identificadas para su rehabilitación solo 215 han sido intervenidas, es decir, el 24,5 % del total.
El contralor delegado para la Participación Ciudadana, Carlos Pineda, verificó que, en una primera fase, hasta enero, se entregaron 98 viviendas reparadas, cifra que creció a partir del primero de febrero con la entrada en escena de Financiera de Desarrollo Territorial (Findeter) y a la fecha se han entregado en total 215 casas con cubiertas arregladas.
Las 877 viviendas clasificadas como reparables están siendo visitadas por Findeter para evaluar la condición real de cada casa pues hay algunas que por el nivel del daño tendrían que ser demolidas.
Pero no solo hay demora en la rehabilitación de casas, si se tiene en cuenta que, en enero de este año, el Gobierno se puso un plazo de 100 días (que terminan el 10 de abril) para dejar –entre reparadas y construidas– unas 1.266 viviendas, así como la entrega de locales comerciales, entre otras metas.
Al respecto, la Contraloría también señaló que todavía no se ha iniciado la construcción de las 1.134 viviendas nuevas que el Gobierno se comprometió a entregar al final de todo el proyecto.
Lo que se encontró es que en 47 lotes ya se hicieron demoliciones de infraestructura y otros 27 están en proceso de intervención. Según el contralor Pineda, el Comando de Ingeniería del Ejército aportó 400 personas para poder adelantar la limpieza, demolición, remoción de escombros y adecuación de lotes para construir en 15 meses las casas nuevas.
Habla Susana Correa
En entrevista serializada por el periódico El Tiempo a Susana Correa, gerente para la Atención y Reconstrucción del Archipiélago, frente a las cifras de reparaciones que entregó la Contraloría, señaló que cada día esos datos van cambiando y aumentando ante el avance que se está teniendo en viviendas techadas y reconstruidas.
Sobre las viviendas nuevas dijo que por ahora están en la primera fase, que es la de demolición, y luego vendrán las fases de estructura, acabados y entrega.
Aseguró que para la construcción se hizo una concertación con la comunidad que duró 20 sesiones, y cómo los ciudadanos escogieron viviendas que son más complejas de hacer, “en el acta quedó consignado que la población prefería este tipo de viviendas así nos demoráramos más en su construcción”, dijo.
Por eso, afirmó Correa, se creó un nuevo cronograma de entrega de viviendas y en abril estarán listas 50 casas nuevas, 85 en mayo, 90 en junio y, de ahí en adelante, 100 cada mes hasta marzo del 2022.
Titularidad predial: “Deuda histórica”
Según la Contraloría, sobre las islas se debería adelantar un saneamiento de la titularidad de los predios, proceso al que calificó como una “deuda histórica” con la comunidad raizal, con el fin de poder levantar las viviendas nuevas.
Esto debido a que la tenencia de estos terrenos se ha dado por herencia, lo cual ha llevado a que en un importante porcentaje de predios se hayan ubicado casas sin tener un título de propiedad.
Al respecto, Correa dijo que el pasado 25 de febrero se expidió un decreto de licencias para poder empezar a construir.
Allí quedó claro que la declaración de la emergencia en el archipiélago faculta al Gobierno para poder edificar las casas.
“La idea del Ministerio de Vivienda es empezar a titularizar las casas cuando ya estén hechas”, dijo Correa.
Así las cosas, por ahora las construcciones se adelantarán bajo la característica de sana posesión y, posteriormente, el compromiso del presidente Iván Duque, dijo Correa, es que “todas las casas queden con títulos y todos los predios de Providencia y Santa Catalina queden con dichos títulos”.
Además de la titularidad, el contralor Delegado para la Participación Ciudadana, Luis Carlos Pineda Téllez señaló que, un reto que se debe tener en cuenta es aclarar con la comunidad las diferencias que hay sobre la demolición, pues algunos no quieren que les tumben sus viviendas afectadas, mientras que otros han pedido que las construyan en sitios diferentes.
También señaló que el consorcio integrado por las constructoras Bolívar, Amarilo y Marval debe dar claridad sobre lo que hará con las cisternas y tanques de almacenamiento de agua que quedaron en buenas condiciones, ya que hacen parte de la condición cultural propia de las islas.