La sanandresana Iris ‘Quinny’ Martínez, afina su pluma desde Barcelona, España, con poemas y relatos eróticos que provienen de su innegable herencia cultural, llevando su esencia Caribe, a tierras lejanas de su insularidad, conectándola, acercándola, derribando los cercos que ha impuesto la Pandemia. Entrevista.
Su viaje está en progreso, promueve la literatura, le lectura, la creación y alza la voz en medio de esta crisis sanitaria que ha golpeado también al arte en todas sus expresiones y manifestaciones, pero su reto es seguir escribiendo.
Acaba de lanzar su primer libro de poemas ‘Umami’, un compendio amoroso que tiene mucho de autobiografía. ¿De qué se trata?
Umami es el producto de los cuatro años que llevo como bloguera de ‘Erotismo en Guardia’, que es mi blog personal que inició en el 2016 y que sembró la semilla de la poesía erótica en mí. Umami es cuerpo, es memoria, es la reivindicación de lo sexual, ese deseo desde la perspectiva de lo femenino. Son 100 poemas de amor, pasión, sexo puro y duro, disertación y encuentros. Umami soy yo, soy eso que he ido construyendo con los años, es un segunda oportunidad en mi vida, es volver a empezar sin olvidar de dónde vengo, son lugares recurrentes, es verdad, es mentira, es llanto, es risa, es renacer.
¿Cómo está afectando el Covid 19 su proceso como escritora?
Ha sido como abono creativo, porque estando encerrado te tienes que ingeniar maneras y llevas al plano mucho más emotivo y personal y sacas de ti esas emociones y en materia comercial el lanzamiento de mi libro estaba propuesto para el 23 de abril Día del Libro, estaría expuesto bajo otras condiciones y tendría roce con la gente pero hemos tenido que acudir a la licencia que nos da lo virtual para hacerlo, no obstante en el ejercicio cotidiano ha sido una productiva contribución porque terminas encerrándote dentro del mismo encierro yendo más allá arrastrando demasiadas emociones, la mortandad que te rodea, la tristeza, la soledad, el silencio profundo que escuchas.
Según su experiencia ¿Cómo puede la Feria del Libro FILSAI en San Andrés, sobrevivir al infortunio paralizador de la pandemia?
Deben apoyarse en las redes sociales, en estos momentos el mundo está tomando posesión de las herramientas tecnológicas y creo que FILSAI tiene que ir sembrando la semilla de una difusión más amplia a pesar del pésimo internet que sabemos tienen los isleños, pero hay que ir tomando nota de quienes se vayan sumando para invitarlos a ser parte de una red que soporte las actividades culturales y académicas y no lo vayan a postergar.
¿Cómo empezó su relación con la literatura?
A los 12 años llego a vivir a la casa de mi tío Linton, que ejerció conmigo como de padre, es un gran lector y tenía en su habitación una pequeña librería con tesoros literarios yo solía entrar y sentarme a leer y nunca me lo prohibía a excepción de un día que tomé su libro ‘Santa Puttana’ de Frédéric Valmaín, ese libro quedó sembrado en mi subconsciente que hoy he transformado en esto.
¿Qué penetración tiene su obra en España?
Ser escritor en España es muy complicado, abrirse nexos en este país como dice el epílogo de Umami “Allende a mi insularidad…”, es la única herramienta que tienes y no te pueden quitar. Es La palabra y yo pienso hacer uso de ella al máximo. Umami, ha sido coeditado por una editorial en Madrid, que se llama ‘Diversidad Literaria’, que es un colectivo que busca impulsar a nuevos escritores, yo llego a ellos presentándome en un par de convocatorias que no gané, pero por lo que consideran una poesía estéticamente buena, me seleccionaron para ser parte de dos antologías: ‘Erotismo Poético’ y ‘Sensaciones y Sentidos’, en 2018 y 2019 y a raíz de eso me hacen la propuesta y me dije “Si yo creo en mí, pues alguien me leerá” y aquí vamos.
¿Hacia dónde se encamina su proceso como escritora?
Ahora mismo colaboro con un proyecto que se llama Masticadores Eros, que nace del proyecto Masticadores, creado por el escritor y periodista Juan Re Crivello, de Fleming Editorial y cuando entré a trabajar con él, haciendo el tanteo previo, le dije: “Yo quiero ser tu estrella erótica un poco jocosamente, pero yo quiero ser reconocida por escribir poesía erótica, yo quiero ser un referente entre las mujeres que leen poesía erótica, claro está: en el momento en que yo me pueda llamar escritora, porque estoy aprendiendo y seguir presentándome a muchos concursos en mi país, Colombia, para que la gente vaya conociéndome.
¿Qué sigue para ‘Quinny’ después del lanzamiento de Umami?
Seguir aprendiendo, escribir mucho mejor, seguir afinando más mi línea poética desde lo erótico, estoy preparando otra antología con Adrián Carrillo, escritor y poeta venezolano. Tengo muchos referentes literarios y quiero acercarme a ellos, conocerlos para seguir formándome; yo tengo una rutina de escritura todo lo voy anotando porque cualquier cosa me puede estimular para después usarlo como hilo conductor porque la cotidianidad es muy importante para la creación de un escritor; pero escribir un libro no me hace ya escritora y por haber pasado por varias antologías publicadas tampoco asumo el hecho de ser escritora, por tener un blog no lo asumo del todo tampoco… Me falta muchísimo por aprender y este oficio tiene mucho que darme todavía.