Covid 19, el coronavirus que como lo manifiestan muchos en el planeta, induce a ajustes severos en cómo relacionarnos con otros seres, entes y especies; sacude las prioridades establecidas, rompe con dominios en la economía, con poderes preestablecidos, pero fundamentalmente, con la manera de concebir la vida.
Estamos ante lo más parecido a un ‘cuerpo en estado de coma inducido’, de manera abrupta, por causas que no conocemos. Este ‘ataque’ ha logrado que veamos con mayor claridad la necesidad de efectuar ‘un golpe de timón’ para cambiar el rumbo.
Se quiere, se implora, restablecer en las islas, como en muchas partes, las actividades regulares que permitan volver a la ‘normalidad’, o sea, a cómo estaban antes de Covid 19.
Pero también nos permite pensar, y he aquí una gran oportunidad, en cómo evitar el naufragio a la vista por la inapropiada manera de vivir –en nuestro caso– en las islas, de cómo no sobre explotar sus recursos, de cómo no exceder su capacidad de carga y de la manera cómo no expoliarlas más para obtener ganancias económicas.
Podríamos obtener, por las circunstancias especiales del Departamento Archipiélago, recursos de la nación y otros, públicos y privados, para ejecutar programas en dirección al cambio requerido para recuperar sostenibilidad integral.
Un territorio sustentablemente dirigido podría permitir su paulatina recuperación basado en restablecer armonía y equilibrio natural y unas relaciones que privilegien preservar la vida, cultura y autoridad de los originarios.
También se deberían incluir programas para reubicar población a otras zonas de la geografía nacional. Planificar, ordenar, completar servicios públicos básicos, asear, embellecer lo urbano y no permitir su expansión, proyectar lo no urbano para propósitos múltiples.
Determinar la cantidad de visitantes para ser selectivos y ofrecer, mejorado, el ambiente natural sano y los servicios y atenciones adecuados a un nuevo turismo pertinente.
Dependerá de mucha audacia y eficiencia lograr ‘remozar’ estas islas controlando el Covid 19 o cualquier amenaza de su tipo mediante el fortalecimiento en los habitantes de sus defensas y desarrollo de su sistema inmunológico.
Herramienta importante para estos fines es la educación que deberá impactar de manera prioritaria en mejorar niveles de salud preventiva. Los negocios deben establecerse para permitir una circulación de recursos que genere mejor expansión de la economía para mayor distribución de ingresos entre la población.
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Este artículo obedece a la opinión del columnista. EL ISLEÑO no responde por los puntos de vista que allí se expresen.