El futuro de la restauración de los arrecifes de corales en la Reserva de Biosfera Seaflower, tiene una importancia eco sistémica invaluable porque dichos organismos evitan la erosión costera, nos proporcionan alimento y nos seguirán proporcionando oportunidades económicas para vivir de ellos, por ejemplo, a través del turismo, nuestra principal industria. Entrevista con la bióloga Mariana Gnecco.
Sin embargo, la restauración de estos ecosistemas a través de las guarderías de corales, debe venir acompañada de sensibilización a los que se valen de los mismos a través de la pesca y el turismo; y claro está: mayor protección y control de parte de las autoridades ambientales y marítimas del archipiélago.
Conversamos con Mariana Gnecco Polaina, bióloga general de la Universidad de los Andes, asistente científica de la Fundación Corales de Paz y una de las principales jardineras de este proyecto.
¿Qué factores amenazan los arrecifes de Coral en el archipiélago?
A pesar de ser tan importantes para nosotros están bajo muchas amenazas locales, por ejemplo las malas prácticas de tours de snorkel y buceo, donde los pisan, los tocan, los maltratan, los quiebran. El ‘bloqueador’ con ciertos componentes también es malo, también a nivel terrestre las aguas residuales que soltamos en el mar aumentan unos nutrientes y esto hace que las algas crezcan demasiado y maten a los corales; ese es un problema grave que es generalizado en todos los arrecifes del mundo pero aquí con tanta infraestructura hotelera es grave. Amenazan los sistemas coralinos también las intrusiones y colisiones de embarcaciones, la sobre pesca ya que a esas algas perjudiciales que crecen sobre los corales se las comen los peces loros y los erizos, así que al sacar el pez Loro, estamos sacando al principal jardinero de los arrecifes, entre otras amenazas.
¿Cómo funciona la restauración coralina?
Lo primero que hay que hacer es proteger un área de arrecife, segundo intentar mitigar las presiones que tiene –como la sobrepesca y las malas prácticas turísticas–, y como última opción viene la restauración y esta consiste en reproducir corales. Hay varias técnicas para esto, pero consiste en repoblar el arrecife de coral para que se recuperen sus funciones ecosistémicas y nos pueda proveer de iguales servicios.
¿Cómo es el trabajo desde Corales de Paz con la restauración?
Tomamos de varios arrecifes de la isla fragmentos de oportunidad o fragmentos sueltos en el arrecife por malas condiciones del clima, que se fracturaron y están rodando porque los colisionó un bote y como tienen una alta probabilidad de morir, los tomamos, los re fragmentamos en pedacitos pequeños de aproximadamente 7 cm y los ponemos en guarderías de coral dentro del mar, guarderías flotantes hechas de tubos PVC, cuerdas y boyas, diseños bastantes sencillos donde ponemos esos fragmentos y les damos las condiciones propicias para que crezcan.
¿Con cuántas guarderías cuentan?
Tenemos cuatro guarderías masivas en San Andrés, cuatro guarderías masivas en Providencia y cuatro guarderías de demostración que quedan en el cantil Nirvana (al suroeste de San Andrés), y son para que los buzos lleven a los turistas a conocer los diferentes diseños de guardería de coral. Las de interés son las masivas que son las que van a dar el grueso de los corales de los que vamos a sacar nuestro-stock, para hacer restauración coralina tanto en San Andrés, como en Providencia.
¿Cuáles son las especies de corales que están sembrando?
En las guarderías masivas en San Andrés, en su mayoría están pobladas con Acroporas cervicornis (Cuerno de Ciervo) en peligro según la lista de roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN); también tenemos Acropora palmata (Cuerno de Alce), Porites sp. (Coral Dedo), Madacris sp. (Coral Lápiz) y en Providencia tenemos: Acroporas cervicornis (Cuerno de Ciervo) y Acropora palmata (Cuerno de Alce), con un aproximado de 11 mil fragmentos en total entre ambas islas los cuales empezamos a sembrar desde octubre de 2017 y la última siembra fue en Providencia en septiembre de 2018.
¿Quiénes están frente a este esfuerzo?
Este es un proyecto de la Gobernación de San Andrés a través de la Secretaría de Agricultura y Pesca; la corporación ambiental Coralina; la Organización Conservación Internacional; Corales de Paz y la participación de pescadores artesanales raizales a partir del programa BanCO2 de BanColombia que a través de la autoridad ambiental, les da un incentivo mensual a los pescadores por asumir compromisos ambientales desde la construcción de guarderías, monitoreos y limpiezas, incluso por ahora que se acabó el programa, siguen participando servicialmente. También hay voluntarios de diferentes centros de buceo.
¿Cuál es el propósito de estas guarderías de corales?
Todos esos corales van a ir a arrecifes deteriorados que necesiten un repoblamiento en San Andrés y Providencia, a arrecifes que tengan importancia para la comunidad, puede ser importante para el turismo, para la pesca, así que estamos eligiendo los sitios que tienen esta prioridad y que son viables para el trasplante.
¿Qué significa este proyecto para Seaflower?
Un proyecto de restauración eco sistémica en una Reserva de Biosfera como la Seaflower en un territorio donde se supone que debemos tener un compromiso mayor hacia el medio ambiente o un desarrollo sostenible que no comprometa nuestros recursos ambientales a largo plazo ni para las futuras generaciones; significa que hay un compromiso, un deseo, de remediar el daño que le hemos hecho al arrecife de coral. Reconocemos que la recuperación natural del ecosistema no es suficiente, este necesita una mano y estamos dispuestos a darle esa mano, pero esto debe ir acompañado de una protección y mitigación de esas amenazas, no haríamos nada con sembrar corales en un lugar donde las amenazas van a continuar igual.