Para los amantes del misterio, este domingo regresó la cita de todos los fines de semana con el ‘más allá’ en la nueva temporada de-Ellos están aquí; el programa de investigación paranormal más exitoso de la televisión colombiana, que arrancó su nuevo ciclo este 17 de febrero a las 9:00 de la noche por el Canal RCN.
EL ISLEÑO entrevistó a Rafa Taibo y al padre Cristian Piedrahita, quienes contaron detalles de la tercera temporada de esta exitosa producción.
La historia con la que arrancó esta nueva etapa del programa se desarrolla en el viejo hospital abandonado de Pacho (Cundinamarca), en donde, según los habitantes del lugar hay tres fenómenos que los perturban: una monja misteriosa, una señora que se suicidó y un habitante clandestino al que llaman “el gerente del castillo”.
Este es el primero de 15 episodios en los que Rafa Taibo y su escuadrón de expertos, conformado por Alexander Torres, el parapsicólogo más reconocido de Colombia; Ayda Luz Valencia, vidente y angeóloga; el padre Cristian Piedrahita, sacerdote luterano, demonólogo y exorcista; e Isabel Goyeneche, investigadora experta en dispositivos de conexión extrasensorial; se encargarán de develar el lado oculto de aquellos seres que al morir quedan atrapados en diferentes tipos de edificaciones y que causan terror con sus presencias y lamentos, a quienes se cruzan por su camino.
La misión del equipo de ‘Ellos están aquí’ será intentar llevar ‘hacia la luz’ a estas almas torturadas por el sufrimiento, para que puedan descansar en paz. De paso, en el proceso de estas investigaciones se cumple con otro objetivo del programa que es responder a trascendentales interrogantes sobre la muerte y la vida en el más allá. ¿Quiénes somos?, ¿Por qué estamos aquí?, ¿Qué pasa después de la muerte?.
En esta oportunidad y luego de visitar Armero, el Museo de la Inquisición en Cartagena, el Salto del Tequendama, la isla Gorgona y El Bronx, ‘Ellos están aquí’ llega en su tercera temporada, a diferentes regiones de Colombia como el hospital abandonado y la hacienda Cuernavaca en Pacho (Cundinamarca); el Teatrino de Nemocón (Cundinamarca); el edificio Coltabaco y el espectacular Teatro Jorge Isaacs (Cali); todos lugares famosos por su actividad paranormal.
En estas locaciones se desplegarán las cámaras infrarrojas y térmicas, además del ‘spirit box’ –muy útiles en la tarea de captar imágenes y sonidos del más allá–, que acompañan a Rafa y su equipo en sus expediciones paranormales; en las que se abren y cierran portales, se realizan rituales y se libran batallas espirituales con seres que están entre la vida y la muerte.
Todo esto ocurre bajo la mirada de los televidentes que se convierten en testigos de estas expediciones y, además, en seguidores activos que sugieren al programa por medio de las redes sociales, cuáles pueden ser los próximos destinos que el escuadrón de ‘Guerreros de la luz’ debe visitar.
El Isleño habló en Bogotá con Rafa Taibo y el padre Cristian Piedrahita en la antesala al entreno del programa, para compartir con los lectores de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, más detalles de la tercera temporada de esta producción sin antecedentes en la televisión colombiana:
¿Cómo se protege el equipo para afrontar cada expedición paranormal?
Rafa: Eso depende de cada uno de los expertos que nos acompaña. El único que no se protege soy yo, pese a la insistencia de mis compañeros, porque iría en contra de mi objetivo. Si yo lo que quiero es tener una prueba irrefutable de que realmente existe un más allá y me protejo contra esas manifestaciones, entonces estoy peleando contra eso; aunque confieso que al principio, cuando inicié las investigaciones, si me afectaban un poco esas energías.
Eran otros tiempos más inocentes y cándidos y estábamos más desprevenidos de lo que nos podría suceder. Generalmente, cuando regresaba a mi casa luego de una investigación no podía conciliar el sueño en tres días. Más adelante me empezaron a suceder cosas; entonces aprendí, guiado por mis compañeros, a controlar mi propia capacidad de percepción y descubrí que uno puede conseguir abrirse o cerrarse.
Con esto quiero decir que si uno quiere que sucedan cosas suceden; y si uno no quiere, pues no suceden. Gracias a eso ahora puedo dormir a pierna suelta por las noches. Y tengo otro mecanismo de autodefensa que pongo en marcha y es que, cuando yo termino una investigación, inmediatamente la borro de mi cabeza.
Padre: Cada uno de nosotros tiene un enfoque en la investigación y cada uno tiene su protección; yo tengo mi fe, mi creencia en Dios y lo que abarca mi confesión. Entonces mi escudo es ‘llenarme de luz’, porque mi idea es llevarla al lugar donde vamos y eso me ha ayudado, pero tratamos de no protegernos demasiado como dice Rafa, para permitir que las manifestaciones se den. También está la limpieza que se hace después de terminar la investigación y cada uno, según sus creencias, nos limpiamos energéticamente para no llevarnos nada.
¿Qué lugares visitarán en esta tercera temporada?
R: En esta oportunidad descubrimos algo muy interesante: Colombia es un país maravilloso que no tiene una tradición de investigación paranormal tan asentada como otros países del mundo. El motivo es más que entendible, pues Colombia ha sufrido durante más de 50 años una guerra horrible y bastante ha tenido el colombiano con tener que sobrevivir en el día a día como para andar preocupándose de lo que ocurre después de la muerte.
Eso se traduce en que, aunque en Colombia hay muchos lugares en donde en teoría suceden fenómenos paranormales son conocidos, pero a nivel muy local; ello no ha trascendido, excepto casos icónicos como el Museo de la Inquisición en Cartagena o el Salto del Tequendama, y eso hace muy complicado identificar sitios para ir a investigar.
De ahí que nos apoyemos tanto en la gente y en este caso en concreto cuando estábamos en Cali, donde recorrimos lugares increíbles como el edificio Coltabaco donde hay una tradición de aparición de fantasmas; o el teatro Jorge Isaacs donde también existe la leyenda que suceden cosas.
Entonces entramos en contacto con la Alcaldía de Palmira y de ahí salimos con 13 lugares para investigar. En esta temporada vamos a resolver misterios concretos en lugares concretos y eso es muy gratificante.
¿Qué papel juegan los seguidores en la realización del programa?
R: Sin lugar a dudas, lo que hemos conseguido con este formato es revolucionar la forma cómo se abordan estos temas tan controvertidos desde un programa de televisión. No es fácil encontrar ese camino y quienes nos han guiado en este sendero han sido nuestros seguidores quienes, a través de redes sociales, nos han ido orientando no sólo en cuanto a qué lugares investigar sino cómo investigar.
El 90 por ciento de la información que recibimos sobre lugares es a través de las redes sociales y para nosotros es muy importante ese contacto.
P: Además, nuestros seguidores han ido dando ideas de cómo hacer las investigaciones. Por ejemplo ellos fueron los de la propuesta de poner una cámara que mirara hacia atrás, mientras nosotros estamos investigando, algo que se convirtió en nuestro sistema vigía. La interacción con la gente nos ha permitido ir evolucionando e implementando cosas nuevas.
¿Con qué equipos llegan a esta tercera temporada?
R: Tenemos mejores dotaciones de equipos técnicos, tenemos unas cámaras infrarrojas mucho más sensibles, una cámara térmica que nos ha abierto una puerta increíble para captar muchas de las manifestaciones que vemos o que no vemos.
La cámara térmica traduce la imagen según el grado de calor, si es rojo es una presencia viva; el azul intenso por su parte, demuestra otro tipo de presencias y traduce el frio.
Las cámaras infrarrojas permiten grabar en condiciones de iluminación muy baja; para eso nosotros tenemos la experiencia que hemos llamado ‘la hora ciega’ que consiste en entrar en un lugar, por ejemplo en una cripta, y apagar totalmente las luces, entonces las cámaras resultan muy útiles para captar los fenómenos y todo tipo de presencias.
¿Cómo cambió ‘Ellos están aquí’, luego del incidente en El Bronx cuando en medio de un ritual, terminaron heridos con fuego dos miembros del equipo por parte de una misteriosa entidad?
R: La expedición en ‘El Bronx’ fue un punto de quiebre dentro del programa, porque de repente nos dimos cuenta que lo que hasta el momento había sido muy divertido, ya no lo era porque había un riesgo físico, real y tangible para el equipo, luego de que Alex e Isa fueran incapacitados dos meses por quemaduras graves en el rostro.
Pero fueron ellos mismos, cuando se recuperaron, los que dijeron que había que continuar para tratar de interpretar y entender lo que había sucedido. Regresamos al sitio con un catedrático en química de la Universidad Nacional, con la Policía, bomberos y una ambulancia.
Reprodujimos paso a paso el ritual del incidente en El Bronx y no sucedió nada; nadie fue capaz de dar una explicación racional a lo que sucedió aquella noche. Los expertos tienen una teoría: en cada episodio cuando termina la investigación, al amanecer, realizamos una ceremonia de liberación de energías para que los espíritus encuentren ‘la luz’ y como a ese sitio ya habíamos ido varias veces, todo parece indicar que a ciertas entidades oscuras no les gustó que les estuviéramos arrebatando esas energías. Fue un ataque directo para impedir que siguiéramos.
¿Cómo se ha ido conformado este equipo multidisciplinario, a lo largo del tiempo?
R: Ha sido fruto del destino y de un supuesto azar. Han pasado distintos expertos en el programa, pero ahora me siento firme, creo que hemos consolidado un equipo y una familia con todas estas vivencias.
¿Cómo ha sido su experiencia en el programa?
R: Yo no puedo negar que me siento vivo cuando ingreso al territorio de los muertos, y siento que estoy haciendo algo increíble, viviendo una experiencia que muy pocos privilegiados logramos vivir. En ese sentido me siento muy agradecido con el destino por haberme cruzado con todos los personajes que me acompañan en las investigaciones.
P: Para mí ha sido una experiencia maravillosa. Yo le agradezco a Dios y a la vida la oportunidad, porque aunque como exorcista había tenido ciertas experiencias y ya trabajaba en investigación paranormal, aquí la oportunidad ha sido única. Tener espacio y el tiempo para vivir lo que hemos vivido es irrepetible.
He alimentado mi experiencia, abierto mi mente y aprendido mucho del equipo, a pesar de que pensemos diferente. Además, participar en las ceremonias de luz y hacer cierres en lugares como Armero y El Bronx es importante para las almas.
¿Cómo quedan atrapadas las almas en las edificaciones luego de morir?
P: Las entidades desencarnadas que estuvieron vivas, quedan atrapadas en los espacios y lugares por cosas que están pendientes, por muertes repentinas o por apegos que no permiten que el alma trascienda o que haga ese paso que tiene que dar, según cada tradición.
Y eso lo hemos confirmado en las expediciones paranormales. En Armero, veíamos como todas las ‘entidades’ estaban diciendo todo el tiempo en los equipos: “corra”, “ayuda”, “auxilio”, porque estaban reviviendo ese momento ya que no pudieron trascender.
Hay otras entidades como los ‘elementales’ y otros tipos de energías, que también están en los sitios según su historia y las circunstancias. Hay muchas formas en las que la energía puede quedar atrapada en un lugar y eso es lo que hemos ido mostrando en cada episodio, qué tipo de energía hay y porqué está ahí.
Si alguien está pasando por un episodio paranormal de este tipo ¿qué le pueden recomendar?
P: La fe es la mejor protección que hay y desde la fe y la luz se permite alejar aquello que puede ser negativo. Sin embargo, yo siempre recomiendo recurrir a un experto, no se pongan a hacer remedios caseros o a inventar cosas que pueden agravar el problema. Cuando ya las cosas son muy recurrentes y no se ha podido solucionar el problema, es mejor acudir donde un experto, incluso nosotros hacemos consultorías.
Fotos Felipe Triana / Cortesía RCN