Dolly Montoya Castaño es desde marzo de este año la rectora de la Universidad Nacional de Colombia para el periodo 2018 - 2021. En los 150 años de existencia del centro de educación superior más importante del país, esta pereirana con 35 años de experiencia profesional, es la primera mujer en ocupar dicho cargo tras una reñida elección. “Soy una convencida del diálogo sincero para la convivencia pacífica”, afirma, sintetizando su impronta académica y humanista.
Dolly Montoya Castaño es sin lugar a dudas una científica, pero ante todo, una mujer sencilla, convencida de la necesidad de construir país sobre la base de la paz y que no ha olvidado el poder de la sonrisa auténtica.
El pasado 25 de agosto visitó la Sede Caribe de la Universidad Nacional (U.N.) en San Andrés y tras varias reuniones dentro y fuera de la institución, accedió amablemente a dialogar con EL ISLEÑO sobre el “proyecto nacional de país” que emprende esta alma mater.
Nació en Pereira (Risaralda) pero por razones de la violencia reinante en el país desde 1948, su padre fue un perseguido político a razón de ser un liberal radical, de manera que su familia tuvo que moverse por varios municipios como Ibagué (Tolima), Florencia (Caquetá) y Marinilla (Antioquia), entre otros.
Realizó estudios de bachillerato en Popayán (Cauca) y terminó dicho ciclo en su ciudad natal donde fue una líder activa de la Unión Pereirana Estudiantil; por eso no dudó en ingresar posteriormente a la U.N. en Bogotá para estudiar Química Farmacéutica, a costa de la opinión de su padre quien se opuso por mucho tiempo a esta decisión.
“Esa época universitaria fue muy intensa y muy enriquecedora a la vez; estudiabas bajo la influencia de divisiones políticas muy marcadas y con cantidad de propaganda sobre movimientos internacionales como el Marxismo o el Maoismo. Pero lo mejor fue que no obstante ese influjo mundial, nuestros grupos de estudio locales se orientaron hacia la historia económica de Colombia basada por ejemplo en el libro del profesor Álvaro Tirado Mejía”, dijo Montoya Castaño.
Trabajo interdisciplinario: la clave.
Cuando se graduó, ingresó al mundo laboral desempeñándose a nivel directivo en varios laboratorios farmacéuticos del país pero rápidamente supo que su vocación era la investigación; así que –siendo ya una mujer casada y madre de dos hijos– ahorró para irse estudiar una maestría en Ciencias Biomédicas a la Universidad Nacional Autónoma de México.
Cuando regresó a Colombia en 1982, concursó para ser docente de la U.N. y echó a andar lo que considera uno de sus máximos logros en la academia: crear el Instituto de Biotecnología en la institución, trabajando de la mano con más profesionales de otras facultades.
“Si algo aprendí en la maestría, es que lo te hace fuerte es el trabajo interdisciplinario para intercambiar ideas con varias áreas del conocimiento; por eso en nuestro equipo de investigación habían profesores de Medicina, Ingeniería, Ciencias y Agronomía. Así comenzó a formarse una ‘masa crítica’ de investigadores y al haber pasado inicialmente por la industria, donde aprendí de planeación, de tiempos y volúmenes, presentamos el proyecto ‘Estado de la Biotecnología en Colombia’ ante Colciencias”, explicó.
Hacia 1987 el Instituto de Biotecnología vio la luz y se consolidó poco a poco como una red de docentes, trabajando en proyectos agrícolas, de salud y en bioquímica. Posteriormente se crearon laboratorios de biología molecular y microbiología, entre otros.
La Biotecnología: su gran pasión
A medida que el trabajo del Instituto fue avanzando, la necesidad de fortalecerse académicamente crecía. Fue así como Montoya Castaño y otros profesores, realizaron un entrenamiento en genética de bacterias –mediante pasantía– en el New York Medical College de EE.UU.
Concluido este periodo, la Universidad Técnica de Múnich (Alemania) recibiría a esta científica colombiana para titularla luego como doctora en Biología Molecular; con lo cual popularizó la investigación de alto nivel en esta área del conocimiento en la U.N.
“A mi regreso establecimos tres plantas piloto en biopolímeros y producción de caucho; ello, como paso intermedio entre el trabajo de laboratorio y la industria elaborando prototipos, para analizar si los productos podían ser industrializados o no”, indicó la rectora.
Así nació en Ibagué ‘Biocultivos S.A.’, una empresa eco innovadora de base tecnológica tipo spin off * que mueve actualmente nueve productos desarrollados por la U.N. y que, en palabras de la rectora, “permite emplear a 40 profesionales de la Universidad, poniendo nosotros el conocimiento y las compañías, el recurso”.
La Rectoría: un alto escaño
Después de 35 años de trabajo continuado por y desde la Universidad Nacional, de vivirla desde adentro como estudiante, activista, docente e investigadora inter-facultades, Montoya Castaño se siente muy satisfecha y agradecida con la vida –“que ha sido conmigo muy generosa”– y por eso consideró necesario proyectar esa experiencia en este máximo cargo.
“En mi tránsito entre el laboratorio, el prototipado, la industria, la ciencia básica, hemos armonizamos la docencia, la investigación y la extensión; hemos creado algo muy bonito para hacer que el conocimiento sea parte de lo cotidiano de los ciudadanos; para que la ciencia no sea vista como algo lejano y propio sólo de la Universidad…
…Con esa idea me presenté a la Rectoría de la Universidad. No fue fácil, porque nos presentamos once candidatos, luego quedamos nueve, cinco, y finalmente el Consejo Superior decidió, según los criterios de este órgano universitario”, comentó.
Proyecto de país en la Sede Caribe
La U.N. nació hace 150 años como un proyecto cultural de la Nación. Es neutral, no se alinea con partidos políticos ni con ninguna religión en particular, “así que cabemos en todos los espacios y eso es muy importante. Nuestro propósito es difundir la educación, la ciencia y la tecnología, queremos realmente el bienestar de las poblaciones donde nos asentamos y no buscamos ‘negocios políticos’”, recalcó Montoya Castaño.
La alta dirección de esta Universidad busca convertir a San Andrés en el polo de desarrollo marino del país y fortalecer una red nacional de gente de mar involucrada en docencia, investigación, y trabajo específico en océanos; atendiendo que el área marina colombiana es más grande que la continental y “la tenemos muy descuidada”.
“Cuando dividimos la producción de publicaciones científicas por número de profesores, los docentes de esta Sede tienen la mayor productividad de todo el país; entonces tenemos los mejores científicos en San Andrés, a pesar de ser un número pequeño y eso hay que aprovecharlo al máximo”, recalcó la rectora; agregando que la elección del profesorado se realiza por meritocracia, luego de pasar por diferentes procesos evaluativos.
“No nos vean como extraños”
En años recientes se ha producido un repunte en el número de estudiantes que se inscriben cada semestre en la Sede Caribe. Sin embargo en ocasiones se pierden algunos cupos y por ello, la U.N. sigue esforzándose para atraer cada vez a más aspirantes, quienes concursan a través de un examen de admisión.
“Hemos ido ganando espacio, ha sido difícil porque creo que se trata más de un problema cultural; pienso que nos deben dejar de ver como extraños en las islas y por el contrario, aprovechar el enorme esfuerzo que hace la U.N. al ofrecer educación gratuita de altísima calidad, porque creemos en su gente y queremos su desarrollo…
…Aquí seguiremos con mucho amor trabajando por la región, porque es nuestra responsabilidad traer este territorio a nuestro Proyecto de Nación; además porque lo que nos diferencia con las universidades locales –con las cuales no queremos competir– es que ellas tienen como prioridad desarrollar territorio, mientras que nosotros nos aliamos a ese desarrollo de territorio”, concluyó Montoya Castaño.
Los nuevos desafíos de la Sede Caribe
- Creación del Instituto Intersedes de Estudios en Ciencias del Mar: como se dijo anteriormente, la U.N. pretende convertir al Archipiélago en el ancla en estudios marinos del país; fomentando el aporte de la ciencia al desarrollo costero, de astilleros, de empresas relacionadas con el mar y otros.
Como se recordará, desde el 2011 la esta Sede Caribe administra, bajo la tutela del Instituto de Estudios en Ciencias del Mar (Cecimar), la maestría y el doctorado en la línea de Biología Marina.
- Fortalecimiento del Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica de Pregrado (PEAMA): lograr mejores indicadores en Educación Superior en el Archipiélago pasa por garantizar la continuidad del Programa y fortalecer su sostenibilidad académica-operativa. En ese sentido, se propone robustecer financieramente los procesos de acompañamiento académico y de bienestar, de manera que desciendan las tasas de deserción y aumenten las de permanencia y graduación.
- Creación del Instituto de Estudios sobre Plurilingüismo y Pluriculturalidad: una apuesta para contribuir a la proyección del Archipiélago como región plurilingüe. Con ello se busca avanzar en el conocimiento, difusión y preservación del patrimonio lingüístico y cultural intangible de las islas, mediante acciones de formación, investigación y extensión, ejes misionales de la institución.
- Transferencia y apropiación del conocimiento ambiental, Fase III Jardín Botánico:
con un área construida de 628 m² y una intervención de áreas exteriores de 2.118 m², se requiere la construcción de la tercera fase del Jardín, compuesta por la zona de exposiciones, aula de talleres y terraza de observación.
Con 10 años de funcionamiento, el Jardín Botánico de la U.N. está al servicio de su comunidad educativa y residentes de las islas, además de los viajeros del mundo.
La flora y fauna son un verdadero referente de esta aula ambiental al aire libre. Alrededor de su colección viva hay 157 especies y más de 10.000 individuos; su colección preservada alberga 291 especies y 500 ejemplares, generando el ambiente propicio para recorridos ambientales pedagógicos.
Al respecto de este espacio natural, la rectora Montoya Castaño expresó: “Me encanta el Jardín Botánico y toda la didáctica que se hace para los niños cuando se recorre; además de lo que representa en reconocimiento de plantas y animales de la región. Estamos muy felices por su buen manejo y muy orgullosos de lo que hacemos como proyecto de nación”.
* Las ‘spin off’ son iniciativas empresariales promovidas por miembros de la comunidad universitaria, que se caracterizan por basar su actividad en la explotación de nuevos procesos, productos o servicios a partir del conocimiento adquirido y los resultados obtenidos en la propia Universidad.