La Riviera Maya recibió a más de 500 líderes del mundo en la quinta versión de la Cumbre Mundial del Océano 2018 (World Ocean Summit), sostenida del 7 al 9 de marzo en Playa del Carmen, México. Los participantes discutieron problemáticas relacionadas con el manejo sostenible y usos del océano, incluyendo la economía azul, pesquerías sostenibles, contaminación marina y gobernanza del océano.
El año pasado fue decisivo para el océano. En junio las naciones unidas sostuvieron su primera conferencia sobre los océanos, donde discutieron la implementación de un objetivo de desarrollo sostenible específico para el océano.
El 2017 fue un año de compromisos con el océano por parte de las empresas, gobiernos e individuos a nivel mundial, pero en 2018 el reto es el cumplimiento de estos compromisos. Por esto, la cumbre que reunía líderes políticos y legislativos, cabezas de las más grandes corporaciones, científicos, ONGs y multilaterales dio la oportunidad para se llevaran a cabo discusiones francas orientadas hacia el futuro, y como convertir estas promesas en realidad para acelerar la transición hacia un uso sostenible de los océanos.
La agenda incluyó presentaciones y paneles con más de 100 personalidades incluyendo a Enrique Peña Nieto, Presidente de México; Luis Guillermo Soís, Presidente de Costa Rica; Guðni Th. Jóhannesson, Presidente de Islandia; Tarsicio Granizo, Ministro de Ambiente de Ecuador; Michael Eckhart, de Citigroup; Werner Hoyer, del Banco de Inversión Europeo; Matthew Arnold, de JPMorgan Chase & Co.; Sylvia Earle, de Mission Blue; Peter Thomson, de las Naciones Unidas; y Paula Caballero, del World Resources Institute.
La cadena independiente de periodismo The Economist quien lidera anualmente la Cumbre Mundial del Océano desde 2012, reunió a líderes del sector privado, gobiernos y sociedad civil en el evento que este año se enfocó en la entrega y responsabilidad de la agenda mundial del océano, en especial el rol que cumplen los negocios y las empresas si se espera llegar a una economía marina sostenible.
En la Cumbre, se buscó comprometer la inversión del sector privado en los océanos, exponiendo por primera vez los principios para inversión en pesquerías sostenibles, los cuales buscan aumentar la inversión en este sector y promover el progreso para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente el ODS 14 sobre la conservación y el uso sostenible de los océanos, mares y recursos marinos.
El evento exploró oportunidades para utilizar métodos de financiación innovadora y tecnologías que aumenten el conocimiento del océano, esperando que estos ayuden a lograr la meta de tener una economía marina sostenible. Para esto, el Fondo para la Defensa Ambiental (EDF por sus siglas en inglés ‘Environmental Defense Fund’) junto con Encourage Capital lanzaron unas guías para la inversión en pesquerías globales.
Los ‘principios para la inversión en pesquerías de captura en el medio silvestre’ tienen como objetivo promover la inversión de nuevos capitales en las pesquerías, alinear este capital con manejo responsable, y construir la confianza de los inversionistas en que la sostenibilidad ambiental y social de las pesquerías regresarán sus inversiones con creces.
Los principios también están diseñados para avanzar hacia los ODS y alinearse con los Principios de Inversión Responsable de las Naciones Unidas y los Estándares de Funcionamiento de la Corporación Internacional Financiera (IFC por sus siglas en inglés ‘International Finance Corporation’). Hasta la fecha, más de 15 fondos de inversión, fundaciones y otros grupos se han ajustado a estos principios.
Durante la Cumbre se anunció el lanzamiento de la Iniciativa Mundial del Océano (World Ocean Iniciative), la cual es enfocada en cinco pilares: pesquerías sostenibles, contaminación, cambio climático, financiación y tecnología, busca aprovechar el impulso del evento plasmándolo en un programa anual en los océanos.
Otro anuncio igualmente sorprendente durante el encuentro, fue la creación de un seguro para los arrecifes. Dicho seguro cubre una porción mexicana del arrecife meso-americana, el cual, en caso de ser afectado por un huracán, le permitirá al país tener recursos suficientes para restaurar el arrecife después del fenómeno natural. Estas acciones muestran la voluntad de migrar hacia una economía azul, y la importancia de comprender que la conservación de los océanos es una inversión, y no un gasto, no olvidemos que los mares son fuente de ingreso salud para la población mundial, que las playas sustentan a cientos de miles de familias dedicadas al turismo y que 200 millones de personas viven cerca de un arrecife y dependen en gran medida de los bienes y servicios que éstos proveen.
Compromisos
La Cumbre logró, además, que se concretaran importantes compromisos frente a la conservación de los océanos, pues en miras de cumplir el compromiso Aichi de tener el 10% de las áreas marinas con zonas donde la actividad económica es restringida u ordenada, México anunció que lograron proteger el 23% de sus áreas marinas y costeras bajo algún régimen de protección. En concordancia con lo anterior, el gobierno de Belice se comprometió con una ampliación de las zonas de no pesca (no-take zones) de su país, que actualmente cubren un 3% de su territorio marino, para alcanzar un 10% al finalizar el 2018.
Respecto a la contaminación marina, uno de los principales temas que preocupa a nivel mundial, directivos de Coca-Cola sorprendieron con el anuncio de avanzar hacia la reducción de producción de plásticos desechables en su empresa, comprometiéndose a tener todos sus envases de tipo reciclables en el 2025, y para el 2030 incluir 50% de material reciclado en estos. Recordemos que Coca-Cola es una de las empresas que más bebidas en envases plásticos comercializa por minuto por lo cual el anuncio es un avance en la disminución en la contaminación por plásticos desechables.
Hoy es claro que los océanos son la próxima frontera de desarrollo, y que son, y seguirán siendo, fuente de bienestar para la gente. El reto ahora es aprovechar el potencial del océano manteniendo el equilibrio entre crecimiento económico, seguridad alimentaria y la conservación de los ecosistemas, esto solo podemos lograrlo si hacemos un uso sostenible de los recursos marinos equilibrando el deseo de explotarlos con la necesidad de conservarlos.
Con datos tan aterradores como que el 90% de los bancos de pesca ya se encuentran sobreexplotados, es imperativo que todos trabajemos juntos; el océano se encuentra en un punto de inflexión en el cual, si no actuamos ahora, pronto se convertirá en un desierto submarino.
Para esto, se propusieron alternativas que eviten la sobrepesca de las especies en el océano, tales como la acuacultura sostenible, mejorar las prácticas pesqueras, otorgar certificaciones de sustentabilidad a las pesquerías y fortalecer la inversión en tecnologías en el océano que permitan lograrlo.
La Cumbre Mundial del Océano nos deja una reflexión clara: el océano se encuentra en peligro, como ecosistema su salud se está deteriorando a causa de las actividades humanas como la sobrepesca, contaminación, acidificación de los océanos y el aumento de su temperatura consecuencia del cambio climático; con todo esto, solo una cosa es segura: el camino actual es insostenible. Por ser una fuente invaluable de alimentación y riqueza, su conservación y aprovechamiento sustentable en beneficio a la gente es una tarea que nos compete a todos.
El llamado de la Cumbre es a que todos participemos en esta misión de proteger los océanos y mares manteniendo el equilibrio entre explotación y cuidado del medio ambiente. Salvaguardar especies y recuperar hábitats, salvar especies en peligro de extinción, aumentar las áreas protegidas y ejercer control y vigilancia sobre ellas; acciones que solo pueden tener éxito si se vuelven un compromiso prioritario, donde se destinen recursos, se haga un esfuerzo continuado entre sociedad y gobierno, y se utilice toda tecnología disponible.
* Bióloga Investigadora. Seaflower Research and Conservation Foundation