Hace un mes, Richard Howard Carter, operador turístico independiente, pegó 'el grito en el cielo' y sus compañeros del muelle de la Casa de la Cultura lo acompañaron en la protesta contra la medida de Coralina de cerrar entonces el Parque Regional Jhonny Cay. ¿Qué pasa, como está hoy, este destino emblemático de las islas? Entrevista.
No se considera líder, pero muchos lo siguieron en su lucha por los derechos étnicos y su sentido de pertenencia por lo que considera su legítima herencia: el mítico Jhonny Cay. Y mientras los actores involucrados tratan de hallar un ‘equilibrio’ entre el derecho al trabajo y la protección de este recurso, veamos que le dijo a El ISLEÑO este referente de los genuinos legatarios de esta maravilla natural.
¿Cómo se tomó la decisión histórica de bloquear las calles para protestar por el cierre en el Parque Regional Jhonny Cay?
Había que frenar el abuso de autoridad por parte del Gobierno y los entes que tienen que regular esta situación, porque no pueden venir a atropellarnos y tomar medidas drásticas como desplazarnos en nuestro propio territorio étnico con la medida de cerrar, por ejemplo, el cayo Jhonny Cay.
¿Por qué está dicen ustedes que está “vulnerado” el Jhonny Cay?
Está vulnerado por la medida que tomó Coralina (a instancias de la Procuraduría) de cerrarlo, pero también lo está por el mal manejo de la entidad ambiental; por un cobro de impuesto a la isla del que no se ven los beneficios: las iguanas no tienen bebedero, no hay un biólogo en el parque –el que tiene la corporación permanece en su escritorio–, nunca se ha hecho una campaña de limpieza submarina, no hay canecas de basuras, ¿dónde está un rótulo de bienvenida? ¡Y con todo el dinero que entra anualmente al cayo!
Bueno y ¿cómo están las operaciones al día de hoy en el Cayo?
Desde que se reabrió, nosotros comenzamos con la jornada de limpieza y de la mano con el Gobierno Departamental pusimos en práctica un plan de manejo en el que nosotros mismos –los trabajadores del cayo– nos pusimos de acuerdo para mostrar nuestro aporte. Esto es con nuestro propio sentido de pertenencia y demostrarle a las autoridades que podemos manejarlo. En eso estamos.
Finalmente ¿a qué acuerdo llegaron con el Gobierno?
Yo personalmente no firmé el ‘acuerdo’, los que lo hicieron fueron los grandes beneficiados de siempre, las agencias de viajes que traen a la gente a la isla, le brindan el transporte del mismo aeropuerto al hotel, ahí mismo le brindan el todo incluido, ellos mismos lo transportan a las islas Jhonny Cay y el Acuario. Con ellos fue que se firmó el acuerdo.
Pero ¿están haciendo un nuevo manejo de los cupos? ¿cómo van con esto?
Todos los días Coralina (administradora del PRJC) nos entrega 120 tiquetes a nosotros –los independientes– y lo repartimos entre nueve de nosotros y con eso nos podemos bandear porque ofrecemos un turismo de calidad, no cantidad; pero mira: a los mayoristas les entregan mil 300 tiquetes propiciando que la gente se amontone y en consecuencia que se queje del mal servicio y la sobre-carga… Este problema siempre será originado por ellos pero las medidas (como el cierre) nos perjudican a nosotros mucho más que a ellos.
¿Cómo visionas una solución para el Jhonny Cay?
Que haya igualdad, calidad y cero sobre-explotación del cayo; que se concienticen las autoridades de que estamos en un territorio étnico raizal, que además es reserva. Que no se deben tomar medidas sin pensar en nosotros, pero la Procuraduría, con el respeto que se merece, viene y presiona una decisión que solo nos perjudica a los que no somos responsables de los índices rojos del Jhonny Cay ¿Por qué no caerle a Coralina, para que haga cumplir las normas, sobre todo a los más grandes?
¿Pero, por qué los bloqueos y la extrema beligerancia?
Es que mira lo que está pasando: nos quitaron 75 mil kilómetros de mar, ya no podemos ir a pescar por todas las dificultades que ocurren, nos cierran Cayo Bolívar y ahora ¿nos van a cerrar Jhonny Cay, cuando los responsables del deterioro no somos nosotros los herederos ancestrales de este territorio? Mi familia –los Howard–, es del mar ¿qué más se supone que vamos hacer los que vivimos tradicionalmente de esto? ¿será que no me encuentro desplazado en mi mismo territorio étnico? El isleño tiene que despertar y defender lo que es suyo.
¿Estás conforme, por ahora, mientras se cumplen los primeros 30 días?
Yo estoy conforme con lo que Dios me da. Esperemos a ver qué pasa. Esto recién comienza…