Una transeúnte la vio posada en el techo del hotel junto al manglar de la Casa de la Cultura de North End, y llamó la atención de los que pasaban por el lugar, que maravillados contuvieron el aliento para no perturbar la presencia majestuosa del ave y poder tomarle algunas fotos. / (FOTOS ARCHIVO PARTICULAR)
Muchos especularon sobre su especie, pero fue Andrea Pacheco, Especialista de Aves de la Corporación Ambiental Coralina, quien todavía no ha tenido la oportunidad de ver una en vivo, quien nos reveló su verdadera identidad: una Águila Pescadora migratoria o (Pandionhliaetus).
Ella en particular se paseó por toda el sector de North End, entre diciembre del 2015 y enero del 2016, pero muchas personas avistaron otras en diferentes lugares ya que cubren amplias zonas de caza (pesca).
“Pescan con las patas, atrapando peces que se encuentran cerca de la superficie del agua, luego se dirigen a un sitio alto y despejado donde lo comen con tranquilidad”, dijo Andrea Pacheco.
El águila pescadora también conocida como ‘Osprey’, en inglés, es un ave rapaz de tamaño mediano que habita en muchos lugares del mundo, dijo Pacheco, sobre todo en regiones tropicales.
Huyendo del invierno
Algunas viven en poblaciones del Norte, así que cuando inicia el invierno migran hacia el Sur, por eso solo se observan en ciertas épocas del año y son la rapaz más grande que se puede observar en el archipiélago.
El águila pescadora mide entre 52 y 60 centímetros de alto, con una envergadura que oscila de 152-167 centímetros, de partes superiores castaño oscuro, e inferiores blancas, jaspeadas de oscuro, con una máscara oscura a los lados de la cabeza.
Solitaria como es su naturaleza se dejó ver por varias semanas y sin más, se perdió de vista, dejándonos el recuerdo de una especial visita a la Reserva de Biosfera Seaflower, donde todas las especies migratorias son bienvenidas durante su estadía, buscando un cálido ambiente freten al invierno boreal