Se dice de manera inexacta que el hombre es ‘un animal de costumbre’. La afirmación, además de engañosa, es injusta con los animales. Porque solo nosotros –los humanos– nos podemos a acostumbrar a convivir con tanta desidia alrededor, sin hacer nada por modificar el entorno. / (Foto: Richard García)
El Estado, en este caso la Gobernación, es el primer responsable de mantener en mínimas condiciones de utilidad la infraestructura urbana. Sin embargo, el vecindario, además de llamar la atención sobre la indolencia oficial, debe unirse para hacer algo urgente al respecto.
La escena de la imagen (superior) es una costumbre ‘tolerada’ a lo largo de todo el path-way o bulevar peatonal. Definitivamente en San Andrés estamos perdiendo la asignatura llamada ‘sentido de pertenencia’. Con toda seguridad.